Parrhasius competía con Zeuxis. Este trajo las uvas pintadas con tanta verdad, que las aves llegaron a picotear. El otro trajo una cortina tan natural representada, que Zeuxis, orgulloso de la adjudicación por las aves, pidió que retirase el telón de una vez, para ver la imagen. A continuación, reconociendo su ilusión, admitió la derrota con hidalguía, ya que él había engañado a los pájaros, pero Parrhasius había engañado a un artista como fue Zeuxis
La búsqueda permite encuentros constantes, repentinos, sin límites, cargados de ilusiones que nos muestran la otra parte, lo oculto… mirar desde otro lugar lo mismo… una ilusión óptica se da cuando existe una incoherencia entre lo que físicamente está representado y lo que se percibe…
La ilusión y el engaño en el arte se refieren a técnicas que buscan crear una percepción errónea de la realidad.
Por su parte el ilusionismo es una técnica que se ha utilizado en diferentes épocas y estilos artísticos. Por ejemplo, el Barroco se caracterizó por prestar atención a la apariencia de las cosas, mientras que el Op Art se valió de elementos ópticos para crear ilusiones de movimiento.
«así llamamos a la ilusión que produce un objeto pintado, hasta el punto de seducir y engañar a la gente y que los italianos llaman inganni»
El término trampantojo, en francés trompe-l’œil es una técnica pictórica que intenta engañar la vista del espectador utilizando diversos elementos como la perspectiva, el sombreado y el entorno arquitectónico, que puede ser real o simulado. Incluye efectos ópticos que pueden dar intensidad a la propia realidad representada.
La faceta del arte del engaño aparece en gran parte de la literatura, desde la antigüedad, y alude a la capacidad que tienen los artistas de reproducir la naturaleza. Esta capacidad se denomina MIMESIS, siendo a partir de Aristóteles, cuando se utiliza para denominar así a la imitación de la naturaleza como fin esencial del arte.
La técnica del Trampantojo trata sobre la capacidad del artista de revelar su genio y ésto sucedió gracias al manejo de la perspectiva y la revolución óptica que supuso a la hora de representar la realidad.
La pintura medieval ignoraba la perspectiva y la representación de la tercera dimensión de las figuras dando lugar a representaciones con formas ingenuas un tanto primitivas. El descubrimiento de las leyes de la perspectiva en la Florencia del humanismo quattrocentista, impulsó el uso de los trampantojos. Los primitivos flamencos también desarrollaron simultáneamente la representación de la tercera dimensión sobre la base de técnicas artesanales, como los espejos.
Los trampantojos suelen ser pinturas murales de acentuado realismo con una perspectiva que hacen creer al que las contempla, desde un determinado punto de vista, que sobresalen del muro o fondo donde están pintadas.
A principios del siglo XVII, en este periodo que equivocada o correctamente ha sido llamado Barroco, el pensamiento deja de moverse dentro del elemento de la semejanza. La similitud no es ya la forma del saber, sino, más bien, la ocasión de error, el peligro al que uno se expone
La naturaleza muerta es uno de los géneros pictóricos que más posibilidades ha brindado a los artistas para experimentar con el ilusionismo y el trampantojo. Surge como género, casi a la vez, en España, Italia y Holanda a finales del siglo XVI.
Hasta ahora la representación de objetos diversos y cotidianos, flores y frutas formaban parte de los márgenes de las pinturas de tipo religioso o como complemento en obras de temática histórica, paisajista o retratos. Con el desarrollo del género de la naturaleza muerta se convierten en los protagonistas de la obra y pierden su carácter, meramente, accesorio y se trata de retratar los objetos de la forma más realista posible.
Las naturalezas muertas suelen mostrar sus objetos sobre un fondo negro o de color neutro para dar más sensación de cercanía y realidad. La luz proviene de uno de los lados y genera sensación de volumen en los objetos.
Hacia mediados del siglo XVII, en Holanda, esta técnica alcanzó la mayoría de edad y se le consideró un género independiente de la naturaleza muerta. Se diversificó en cuanto a temas y eran muchos los compradores que solicitaban este tipo de obra. Los primeros representantes de esta nueva tendencia fueron dos alumnos de Rembrandt: Samuel Van Hoogstraten y Carel Fabritius.
El primer objetivo del Trampantojo es engañar el ojo del espectador para, posteriormente, sorprender y fascinar al ser el engaño descubierto. Para ello, el pintor, utilizará diversas técnicas, para que la pintura simule la ilusión de la realidad.
Tanto los artistas italianos del Renacimiento como los flamencos quisieron un acercamiento al naturalismo y querían que sus obras se confundieran con la realidad. Surge, así, un nuevo tipo de Retrato. Ese en el que el personaje se gira y nos observa detrás de un muro, una ventana, es decir objetos que permiten encuadrar al personaje.
Intentan que el protagonista sea pintado a escala real y los materiales de las ventanas y marcos representados imiten a la perfección a los reales. El detallismo se afina, de forma que se pintan desconchones e imperfecciones propias de estos materiales para provocar una falsa sensación de realismo.
Para cumplir el objetivo del Trampantojo, los pintores se ayudaban de diversos elementos que introducían en sus obras. Los pintores holandeses introdujeron la cortina ilusionista.
El uso de cortinas era una práctica habitual en la vida real y los coleccionistas solían utilizarlas para cubrir sus obras y protegerlas de los elementos naturales como la luz y el sol. De esta manera, los pintores se apropian de un elemento real para utilizarlo en sus obras.
La cortina introduce en la obra el juego de lo visible y lo invisible y el pintor obliga al espectador a centrar la atención en la parte visible.
La pintura de trampantojo requiere de una paciencia ilimitada una disciplina rigurosa. […] Se trata, por lo tanto, de un largo trabajo, alejado de la manera allá prima o del esbozo. No es un acabado aproximativo un análisis de los detalles más pequeños de la materia y de la textura de los objetos.
Otro de los recursos más utilizado y con más representación dentro del Trampantojo ha sido representar los objetos o el personaje en el interior de hornacinas, ventanas o muebles, con el fin de generar ambigüedad al espectador.
El papel es otro de los elementos utilizado para crear trampantojos. De esta manera es común encontrar obras donde aparecen manuscritos, almanaques y grabados que cuelgan de fondos de madera o muros.
Los quodlibet se consideran, dentro del ámbito de la pintura, un subgénero del trampantojo. Son composiciones formadas por una serie de objetos de la vida cotidiana que forman una escena: cartas, grabados, relojes, objetos personales, monedas y utensilios.
El trampantojo adquirió especial riqueza en Estados Unidos durante el S XIX y principios de SXX. Los temas tratados eran diversos, desde documentos, artículos de fumador, instrumentos musicales y colecciones de objetos. Los cuadros presentan una variedad de estilos y composiciones.
En Estados Unidos se trata de un género cargado de ausencia y abundancia. Ausencia de personas e historia, pero abundante en cuanto al número de obras producidas y que los artistas utilizaban para satisfacer diversas necesidades en diversos momentos.
En la pintura contemporánea, los surrealistas, sobre todo Dalí y Magritte han utilizado el trampantojo con mucha frecuencia.
Artistas como Escher, conocido por sus grabados xilográficos y dibujos, que consisten en figuras y mundos imaginarios, han utilizado la perspectiva para falsear el concepto de realidad visible. Las escaleras, fueron un elemento muy utilizado por este artista y son un recurso común en obras de trampantojo, por la complejidad que representan.
En la actualidad el Trampantojo es una técnica muy utilizada por el arte urbano para intervenir paredes de edificios, muros y darles vida a espacios escénicos…
Estableciendo un vínculo con lo escénico, el teatro es un engaño, un engaño pactado. El actor es el causante y el espectador es el cómplice necesario. El espectador, sin embargo, no quiere sentirse engañado, quiere percibir la verdad. El actor, sumergido en el mundo de la ficción busca esa verdad, enfrentándose a su imaginación, a su cuerpo, al espacio escénico. Busca su propia verdad dentro de las circunstancias imaginarias del otro, del personaje. Las palabras son prestadas por el autor, pueden engañar al espectador. Pero el cuerpo del actor no puede mentir, se rebela, desvelando el engaño….
Que el participante sienta que lo que se está viendo es un poco ilegal. Que lo está viendo por única vez, que mañana no se va a repetir igual, por más que sí hay una repetición. Pero en ese instante, es solo para él, en ese momento… viviendo la ilusión, a través de una aparente transparencia…
La simpatheia como el poder sugestivo de los magos e hipnotistas… lo que hace el mago es mentirte… habla de una cosa y mientras tanto está preparando el truco… en este 2025 estamos buscando eso, un juego en el que vos te sentás a querer creer y nuestro deber es no frustrarte las ganas de creer… Trampantojo en Acción… estar rodeado de humor y tragedia… a un ser/personaje, por más que sea el más hijo de puta del mundo, si está jugando, vos lo amás…el gusto del ser humano por la extrañeza va a estar siempre… no explicaremos nada, lo tomaremos simplemente como un hecho que se sucede, lo desdoblaremos en acciones he invitaremos al juego.
«Porque la realidad solo depende del punto de vista del espectador»