Los salteños hemos visto como en estos últimos tiempos desde el Gobierno Nacional no se atienen los problemas de nuestro departamento.
A la situación general de caída de salarios y jubilaciones, se suma la situación generada por la diferencia de precios con la República Argentina que está afectando a todas las comunidades litoraleños con los más altos guarismos de desocupación en Uruguay.
En Salto alcanzamos casi el 14% de desocupación y un tercio de los trabajadores en la informalidad, sin considerar la sub ocupación y la calidad del empleo, mayoritariamente zafral de bajos salarios.
En 2021, según el INE, el 11,3% de los hogares de Salto estaba bajo la línea de pobreza. Si no crece más es, paradójicamente porque existe una importante diferencia de precios en productos de la canasta básica del otro lado del río.
Además, todos vemos como aumentó la cantidad de compatriotas revolviendo los contenedores de basura.
Un gobierno que no invierte casi en obra pública, no ha concretado ninguna obra de relevancia en el departamento y las pocas que hay son del período anterior.
Pasa en vivienda, pasa en la infraestructura para la educación o en la salud. A la Universidad de la República le falta infraestructura para atender correctamente a los cerca de 8000 estudiantes. Salones y otros equipamientos como los necesarios para el correcto funcionamiento de la carrera de Medicina en la ciudad son un ejemplo.
Pasa en Colonización, que no compró tierras para seguir brindando la posibilidad de trabajar a muchos productores rurales.
No tuvimos “suerte” y no fuimos beneficiados ni siquiera en vialidad que es en lo poco donde el gobierno invirtió, se continúan las obras de mantenimiento en la ruta 3 y realizan obras casi testimoniales en las rutas 31 y 4 que con suerte mantendrán el estado y no acelerarán un proceso regresivo de deterioro. Muy importantes para Salto, son los ejes estructuradores del departamento; además de circular quienes viven más lejos, se mueve gran parte de las cargas de nuestra producción agropecuaria.
Detuvieron las obras de recuperación de las vías del ferrocarril hasta Salto Grande y solamente faltan unos 80 kilómetros entre Salto y Estación Queguay. Era la una oportunidad de contar con fletes más baratos para nuestra producción, pero también de aliviar las rutas de cientos de camiones, especialmente cargas internacionales. Sería un gran beneficio, porque además de abaratar los fletes, disminuye el gasto en mantenimiento y mejora la seguridad del tránsito carretero y mejora la calidad ambiental al disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero,
Tampoco se avanzó en la Hidrovía del Río Uruguay.
No solo no se han mejorado las condiciones para la navegación desde Paysandú hasta Salto y Concordia, tampoco apareció el prometido puerto en la zona de Corralitos y al Puerto de Salto se le cambió de categoría y transformó en un espacio sociorecreativo.
La frutilla de la torta fue la oportunidad perdida de negociar con Brasil caminar hacia la concreción de la hidrovía hasta Santo Tomé-Sao Borja. Como su amigo Bolsonaro le dijo que no, Lacalle descartó la propuesta sin hablarlo con Lula, el Presidente interesado en la integración.
Propuesta que Lacalle tomó como buque insignia en la campaña electoral en nuestra región litoral.
Entiendo debió hacerlo, por lo menos para ayudar a viabilizar la propuesta de puerto de barcazas en el lago de Salto Grande.
De las pocas buenas noticias para la región en estos tiempos fue la apertura del mercado vietnamita para la mandarina. Esperemos se pueda aprovechar.
No hay aumento en salarios y jubilaciones, aumenta la desigualdad y la pobreza.
Sin inversión pública, sin atención a la coyuntura, parece que al Gobierno Nacional ni a sus personeros les importa nuestro departamento.
No Te Va Gustar canta “yo quiero estar a la izquierda del cero”, lamentablemente parece que para el Gobierno Nacional somos un cero a la izquierda.
Arq. Rogelio Texeira
Ex Director de obras I de Salto; Ex Delegado uruguayo ante CARU