El sistema de facturación prepago de UTE hace que las personas y familias que acceden al servicio de electricidad a través de recargas con el teléfono celular tal como hacen con los datos móviles, queden sin suministro si no compran una nueva cuando se acaba la anterior, criticó la directora frentista del ente, Fernanda Cardona en INFO 24.
El sistema de facturación prepago lleva aproximadamente un año de vigencia en el ente estatal de electricidad pero “ha sido una forma de trabajo que no les ha funcionado”, puntualizó Cardona; informó que “hoy tenemos en el entorno de 4.000 hogares en todo el Uruguay” que acceden al servicio mediante esa modalidad, diseñada para los usuarios que en algún momento “debieron hasta cuatro facturas”.
“Lo que hace UTE es bajarle la carga a la casa, les baja el mínimo” de potencia del flujo de electricidad y así “la consecuencia que eso tiene es que las personas que viven ahí tienen que elegir si enchufan la heladera o la cocina o el calefón, si cocinan o si refrigeran”.
La directora frentista dijo que “es una limitante, una condicionante, hasta castigadora, de alguna manera sancionatoria a la gente -pareciera- por su realidad, que es una realidad macroeconómica en muchos casos, en el sentido de que son hogares vulnerables, que tienen una situación de falta de empleo o de ingreso absolutamente disminuido o precario y por eso también están en esa situación”.
Explicó que con este funcionamiento cuestionado, “una vez que se les baja la carga tienen la opción de pagar todo junto (lo adeudado) o de pasarse a este sistema de prepago, que es ir comprando energía como pasa con el celular, es decir van cargando saldo” cada vez.
Cardona aludió a las dificultades con “la logística en lugares -por ejemplo- del interior”, además de que el diseño de esta modalidad “parte de la base de pensar que toda la gente tiene celular (…) hay una idea colectiva de que todo el mundo tiene celular y no es así”.
“Cuando uno recorre el Uruguay, cuando uno va por lugares de Montevideo, a determinados barrios más vulnerables, no es la realidad de la mayoría de la gente que tenga celular”, advirtió.
Lo destacó “porque UTE se comunica con ellos por celular y porque pretende además que (se) pueda cargar (la compra de electricidad) por celular; o que vaya a una casa de intermediación financiera”.
“Imagínense en el interior profundo que se queden sin saldo el fin de semana o en la madrugada -graficó- o que estén lejos de una casa de intermediación financiera; cuando yo planteé esto en directorio, lo que me llevaron” como respuesta positiva “fue que no se cortara la luz si se quedaban sin saldo de noche o en fin de semana”, indicó.
Pero “está pasando que a muchos lugares no ofrecen” esa opción “en el interior porque algunos funcionarios de UTE consideran que no es la forma más amigable o la que reconoce el derecho de la gente”.
La entrevistada recalcó que hay “en el entorno de 4.000” hogares que “hoy tienen prepago” y que “por lo tanto, si no van cargando lo que consumen” de electricidad “se quedan sin energía en su casa”.