Los municipios surgieron con la aprobación de la Ley 18.567, promulgada por el Frente Amplio en el 2009, y pone en el escenario del gobierno un nivel más rompiendo con la dualidad de gobierno nacional y departamental.
Esta ley estableció nuevas autoridades locales, creando un tercer nivel de gobierno actualmente con 125 municipios en todo el país, reemplazando las Juntas Locales, otorgando nuevas funciones a los gobiernos locales y en otros casos creando nuevos municipios. En nuestro departamento existen los municipios de Belén, Villa Constitución, San Antonio, Colonia Lavalleja, Mataojo y Valentín.
La ley introdujo conceptos clave como el de desarrollo local, la elaboración y ejecución de proyectos sociales, así como también la participación ciudadana en el ámbito local.
Actualmente la ley que rige los gobiernos municipales es la 19.272 que incluye en su denominación la Participación Ciudadana reafirmando este concepto. La mirada puesta en esta ley posiciona a la comunidad como un actor central en el proceso de descentralización, dado que posiciona a los propios vecinos y vecinas del municipio en diálogo y trabajo con el gobierno local acerca de la gestión de las problemáticas que afectan su día a día.
A 15 de años de creación de esta forma de gobierno, que ha sido mejorada con su implementación, superando desafíos presupuestales en su inicio, se continúa gestionando la dependencia de las decisiones de los gobiernos departamentales o centrales.
La implementación de la Ley de Descentralización y Participación Ciudadana no ha tomado estrictamente el sentido que le dio origen. Esto ha dado lugar a nuevas dinámicas de poder en los territorios, donde las figuras de los y los alcaldes/as se han vuelto la cara visible de los concejos municipales eclipsando el papel colectivo de gobierno que comúnmente se percibe al advertir el uso de la palabra alcaldía.
Es vital reconocer que el proceso de implementación de esta ley de Descentralización y Participación Ciudadana es tanto dialéctica como dialógica, y que la construcción del municipio en el sentido en el que fue creado requiere un compromiso continuo para la construcción de la democracia que no debe estar librada a la vocación participativa de los gobernantes, lo que representa un riesgo enorme.
Sin duda que la propagación de estos procesos como ciudadanos interpela nuestra cultura cívica, el grado de involucramiento, así como las condiciones que poseemos los vecinos para hacer uso de los mecanismos de participación, pero también es preciso señalar que desde los espacios políticos debemos reforzar los esfuerzos para dialogar con las personas, escucharlas, invitarlas a salir del privatismo, romper el individualismo y ser protagonistas en la construcción de una mejor comunidad; que aporte a una sociedad sin excluídos.
¿Qué significa? Nada nuevo, solamente rescatar el trabajo de las organizaciones, promover los ámbitos de diálogo, la coordinación entre instituciones, la fluidez de la comunicación, la creación de los ámbitos adecuados para que la gente pueda participar, transmitir su sentires y necesidades. Esto implica la disposición de canales de escucha, análisis y un retorno en forma de respuestas adaptadas a las condiciones de quienes allí viven.
Desde seregnistas nos comprometemos a asumir ese desafío.
[1]Ana Laura Alvez Ferreira, es Presidenta del Comité de Base Nerí Roibal del Frente Amplio en Belén y es Licenciada en Trabajo Social de UdelaR, auxiliar de trabajo en grupos de Escuela de Psicología Social del Uruguay, Diplomada en Desarrollo Rural Sustentable de Facultad de Agronomía.