Un juzgado en Bogotá condenó al expresidente Álvaro Uribe a 12 años de prisión domiciliaria después de que esta semana fuera declarado culpable de soborno de testigos y fraude procesal.
La pena fue anunciada este viernes por la jueza Sandra Heredia, quien ordenó su ejecución inmediata en contra de la solicitud de la defensa, que pedía que Uribe siguiera libre hasta que se resuelvan los recursos.
En el documento del auto, filtrado horas antes de su anuncio oficial por varios medios colombianos, la jueza dijo que tomó esta decisión «para asegurar la preservación de la convivencia pacífica y armónica entre los ciudadanos» y porque, debido a «su gran reconocimiento a nivel internacional, resulta fácil que podrá abandonar el país, para eludir la sanción impuesta».
El expresidente colombiano, quien siempre ha negado los hechos y alega que es víctima de una persecución política, fue absuelto del delito de soborno simple por el que también fue procesado.
La defensa del expresidente apelará la decisión, que ahora pasará al Tribunal Superior de Bogotá.
Esta instancia deberá pronunciarse antes del próximo octubre, fecha en que preescriben los delitos.
Uribe, quien gobernó Colombia entre 2002 y 2010, es el primer exmandatario en ser condenado penalmente en la historia del país.
Fue declarado culpable el lunes de haber instigado a terceros a manipular testigos tras ser acusado en 2012 de tener vínculos con grupos paramilitares por el senador Iván Cepeda en el Congreso.
El fallo y la pena de cárcel domiciliaria llegan tras 13 años de una compleja y mediática batalla judicial marcada por la polarización y con consecuencias políticas impredecibles.

