Apertura: Peñarol, en un partido soporífero, venció 1-0 a Plaza Colonia en el Suppici

Pablo Ceppelini, en un penal pitado vía VAR, anotó el tanto del triunfo aurinegro, que ahora está a tres puntos de Deportivo Maldonado.

Peñarol derrotó 1-0 en su visita a Plaza Colonia en el Suppici, en uno de los peores partidos del Apertura que se quebró por un penal de VAR. Los aurinegros de esta forma quedaron a tres puntos d Deportivo Maldonado, líder, que juega el domingo.

El encuentro comenzó con los dos tratando de pesar en zona de volantes pero con poca claridad a la hora de avanzar con el balón, algo que hizo que la posesión fuera variando y las llegadas fueran escasas.

Intentos de Laquintana y Carrizo por las bandas terminaban en centros que no tenían la dirección necesaria para que Álvarez Martínez pudiera intervenir.

A los 14′, en uno de esos balones áereos, Facundo Kidd quiso despejar, la pelota dio en su brazo y VAR mediante, Ferreyra tras verlo en el monitor decidió sancionarlo. Pablo Ceppelini a los 18′ fue en encargado de ejecutar la pena máxima, definió al centro del arco y colocó el 1-0.

Esto hizo adelantar un poco más a los de Espinel, apostando a Nicolás Dibble y su velocidad, probando además con algún tiro de media distancia sin dirección.

Sobre los 25′ una pelota quieta que encontró la cabeza de Ramón Arias fue un aviso de que la visita estaba atenta para tratar de aumentar con el objetivo de pasar una noche tranquila.

Los patablancas trataban de ofender pero casi sin opciones de pisar el área adversaria ante la buena marca de la defensa rival, en un duelo que trasncurría sin mayores emociones.

Carrizo en otra magra labor, poco y nada de Ceppelini y el “Canario” olvidado en el ataque hizo que nada moviera el 1-0 con que se fue esa primera etapa, que tuvo un gol propiciado por el error de Kidd.

Un somnífero

El complemento comenzó con los patasblancas arriesgando mucho más en pos de la igualdad y teniendo una opción a los 48′ para conseguirlo. Un balón áereo que conectó primer Barrandeguy y luego Ramiro Quintana, encontró el guante salvador de Dawson volando para despejar.

¿El trámite? Absolutamente el mismo, con un equipo mirasol desconectado, sin ideas, lento y tratando de cerrar espacios para hacer valer la diferencia mínima a su favor.

Recién sobre los 62′ apareció una combinación criteriosa de los carboneros cuando Ceppelini tocó a Carrizo, éste a Saravia y el juvenil remató pero a las manos de Guirin.

Ramón Arias, a los 64′ salió sentido de la cancha para el ingreso de Da Silveira, mientras que los locales no fueron menos e hicieron tres cambios; Mederos, Silveira y Bahía.

El partido era de lo más flojo que se pudo apreciar en todo el torneo, perdiendo pases constantemente, fallos permanentes y una carencia de ideas preocupante.

Larriera apostó a modificar esa magrísima realidad mandando a la cancha a Ruben Bentancourt, Lucas Viatri y Ezequiel Busquets. El argentino, con pocos minutos en cancha y tirado atrás, colocó algún pase interesante para Laquintana, pero el extremo estaba en una jornada de entrevero y nula claridad.

Un remate del ingresado Juan Cruz Mascia fue de las escasas intentonas de un local que acumuló hombres para ofender pero no logró que su rival sufriera el accionar.

El pitazo final de Ferreyra cerró un cotejo olvidable, muy mal jugado y que lo único positivo, nada más y nada menos, que dejó para Peñarol fue el triunfo por 1-0 ante Plaza, que ponen presión a Deportivo Maldonado, del cual ahora está a tres puntos.

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