Las mordeduras de tiburones y muertes de personas atacadas aumentaron en todo el mundo en 2023, con un número desproporcionado de decesos en Australia.
Las mordeduras de tiburones y muertes de personas atacadas aumentaron en todo el mundo en 2023, con un número desproporcionado de decesos en Australia a raíz del mayor contacto con humanos, incluso en momentos en que estos depredadores enfrentan una crisis de extinción.
El año pasado hubo 69 ataques no provocados de tiburones, superando los 63 de 2022, y diez muertes, el doble que el año anterior y el máximo en 12 años, según el Archivo Internacional de Ataques de Tiburones, un informe global anual publicado el lunes por la Universidad de Florida, sureste de Estados Unidos.
Gavin Naylor, director del Programa local de Investigación de Tiburones en el Museo de Historia Natural de Florida y coautor del estudio, señaló que el aumento no significa que los tiburones se estén volviendo más numerosos o feroces.
Tres de las muertes ocurrieron frente a la costa del sur de Australia, en una región llamada Península de Eyre, donde una población de focas en recuperación motivó a los tiburones blancos a acercarse a una región remota donde frecuentan los surfistas. AFP