El único gol del encuentro lo marcó el alemán Kai Havertz para que Chelsea sumara su segunda Champions League en su historia.
Chelsea se coronó campeón de la Champions League al derrotar 1-0 al Manchester City en la final en el Estadio do Dragão de Portugal. El conjunto azul sumó su segunda Orejona en su historia.
Chelsea arrancó con todo el partido: presionó al Manchester City y tuvo una situación muy clara para romper la paridad en el marcador. Tras una buena acción por el sector izquierdo, la pelota le quedó a Timo Werner de frente al portero Ederson, pero no le pudo dar bien.
El cuadro del español Josep Guardiola intentó adueñarse de la pelota de la mano del belga Kevin De Bruyne, aunque le costó sobrellevar la presión de su adversario. Tal es así que en los primeros 25′ del encuentro no probó al arquero Édouard Mendy.
Se juntaron De Bruyne y Raheem Sterling para dejar a Phil Foden mano a mano con el golero Mendy a los 27′. Sin embargo, en el momento justo, apareció el defensor Antonio Rudiger para bloquear el disparo del futbolista inglés de 21 años.
El equipo de Thomas Tuchel logró abrir el marcador cerca del final de la primera parte. Después de una buena combinación colectiva, Mason Mount le metió una excelente asistencia a Kai Havertz, quien gambeteó a Ederson para marcar el 1-0 a los 42′.
El complemento no arrancó de la mejor forma para el Manchester City: a los 56′ tuvo que dejar la cancha De Bruyne debido a un choque con el defensor alemán Rudiger. Guardiola lo sacó por el delantero brasileño Gabriel Jesús.
Una de las mejores jugadas del Manchester City se dio a los 67′. Foden le dio la pelota a Riyad Mahrez para que tirara el centro. Cuando Gabriel Jesús se relamía para mandar la pelota adentro del arco, César Azpilicueta llegó para interceptarlo y mantener el cero en el arco del Chelsea.