Un equipo de investigadores de la Universidad de la República, participan de la expedición científica «Uruguay SUB 200. Viaje a lo desconocido», que comenzará el 22 de agosto en aguas de la costa oceánica de nuestro país.
Este viernes 22 comenzará la expedición científica uruguaya para investigar nuestro océano, donde un equipo científico uruguayo navegará durante casi un mes en el buque Falkor (too), perteneciente al Schmidt Ocean Institute, para investigar las profundidades marinas en aguas con soberanía uruguaya.
El Schmidt Ocean Institute es una fundación sin fines de lucro que promueve la investigación y el conocimiento oceanográficos. Periódicamente este instituto convoca a grupos científicos que quieran desarrollar sus proyectos utilizando como plataforma su moderna embarcación Falkor too. Este buque cuenta con ocho laboratorios, tres conjuntos de ecosondas multihaz con sonares y sensores acústicos, además de 5 km de tuberías de agua de mar para uso científico. La exploración en el fondo del mar se realiza a través del robot submarino de última generación «ROV Subastian», capaz de alcanzar los 4500 metros de profundidad. Este vehículo es operado remotamente y está equipado con luces, cámaras de video e instrumentos que miden diversas características del agua, además de brazos capaces de obtener diversas muestras que se procesan y conservan a bordo del buque.
Leticia Burone, investigadora de la Facultad de Ciencias (FCien) de la Udelar, y Alvar Carranza, del Centro Universitario Regional del Este (CURE), coordinan el proyecto nacional que ganó la convocatoria para trabajar durante un mes en el Falkor too. Junto con las desarrolladas anteriormente en las costas chilenas y argentinas, esta es una de las misiones que componen la expedición del barco en el Atlántico Sur. La campaña científica uruguaya se titula «Uruguay SUB 200. Viaje a lo desconocido» y comenzará hoy 20 de agosto en el puerto de Montevideo. En ella trabajarán 37 científicas, científicos y técnicos de 18 instituciones de seis países, aportando a un proyecto liderado por la Udelar.
La expedición prevé explorar desde los 200 hasta los 3.500 metros de profundidad en aguas territoriales uruguayas para estudiar ecosistemas únicos y formaciones geológicas de gran interés científico tales como decenas de elevaciones submarinas y formaciones corales. Otro rasgo geológico distintivo del margen continental uruguayo son seis cañones submarinos, «valles» que actúan como conductos para el transporte de sedimentos desde la plataforma continental hacia el océano profundo.
Conferencia de Prensa
El 19 de agosto en la Universidad de la República (Udelar) se realizó una conferencia de prensa acerca de la expedición científica «Uruguay SUB 200. Viaje a lo desconocido», que comenzará el 22 de agosto. Durante casi un mes, un equipo científico uruguayo navegará a bordo del buque Falkor (too), perteneciente al Schmidt Ocean Institute (SOI), para investigar las profundidades marinas en aguas con soberanía uruguaya.
En el evento participaron el rector de la Udelar, Héctor Cancela; la subsecretaria del Ministerio de Industria, Energía y Minería, Eugenia Villar; el director general del Ministerio de Educación y Cultura (MEC), Carlos Varela; el director de Innovación, Ciencia y Tecnología, Gonzalo Tancredi; la decana de Facultad de Ciencias, Mónica Marín; y los docentes de la Udelar y científicos que lideran el proyecto, Leticia Burone, investigadora de la FCIEN y Álvar Carranza, del Centro Universitario Regional del Este (CURE).
Cancela explicó que la expedición tiene como objetivo avanzar en el conocimiento de los ecosistemas marinos del país, desde los 200 hasta los 3.500 metros de profundidad, así como promover la alfabetización oceánica y la conciencia ambiental. «Explorar y conocer ese territorio es también fomentar la soberanía de nuestro país y su desarrollo futuro», afirmó el rector.
«Esta expedición es un ejemplo claro de lo que suele pasar en la Universidad», señaló, ya que en la institución distintos equipos de docentes, funcionarios y estudiantes tienen capacidad de iniciativa y autonomía. En este caso, docentes del CURE y de la FCIEN liderados por Alvar Carranza, doctor en biodiversidad y conservación, y por Leticia Burone, doctora en geología marina, postularon esta iniciativa a la convocatoria del SOI, donde fue seleccionada, explicó Cancela.
El rector afirmó que de esta misión científica «quedará un tesoro de conocimiento, de información, de imágenes, de datos, que seguro van a ser materia para el trabajo posterior de muchos años, tesis, proyectos, investigaciones, que nos van a seguir posicionando en el país y en el mundo». Agregó que «es un proyecto del cual la Universidad está muy orgullosa» y que emprende en conjunto con otras instituciones como los Ministerios de Educación y Cultura; de Industria, Energía y Minería; de Defensa Nacional y de Ganadería, Agricultura y Pesca.
Destacó que, indirectamente, por esta iniciativa Uruguay está recibiendo 3 millones de dólares, que es el costo del buque científico del SOI, de todo su instrumental y de las personas que lo operan. La Udelar, por su parte, invierte en esta expedición horas de trabajo que volcarán sus investigadores e investigadoras para aprovechar al máximo toda la información que se va a recabar, explicó.
En su intervención, Varela destacó la participación del MEC en este proyecto y la posibilidad de devolver a la sociedad «parte de eso que siempre nos llama la atención, que es lo desconocido». También resaltó la importancia de comprender una porción de nuestro patrimonio para así «aprender a cuidarlo y a protegerlo»; en este sentido informó que el MEC difundirá a diario los avances de la expedición a través de sus canales de comunicación. Agregó que el Museo Nacional de Historia Natural será receptor de todas las muestras que se recojan para que permanezcan a disposición de las y los investigadores en estudios futuros.
«Oscuridad llena de vida»
Carranza -uno de los coordinadores de esta campaña científica-, expresó que el proyecto se caracteriza por la cooperación, tanto interinstitucional como dentro de la Udelar, y también con universidades y científicos del exterior. Esta sinergia es fundamental para avanzar colectivamente en el conocimiento «de la última frontera del planeta» y en su divulgación. Los fondos marinos profundos, que nunca nadie vio con sus propios ojos, «sin duda nos van a maravillar», sostuvo.
Burone, quien también coordina el equipo, comentó que este es un momento especial porque la FCIEN está impulsando la apertura de la Licenciatura en Oceanografía -tal vez para el año próximo-. Actualmente, ante la proximidad de la misión Uruguay SUB 200, estudiantes que desean formarse en esta área se acercan para consultar sobre la posibilidad de hacer un posgrado o una tesis de grado con base en los materiales y datos que se obtengan en la expedición, celebró. Explicó que durante muchos años otras y otros investigadores continuarán trabajando a partir de toda la información que sea relevada y de aquello que se conserve en el MNHN.
En referencia al ROV Subastian, el robot submarino del Falkor (too), señaló que «no vemos la hora» de verlo descendiendo y mostrando al país entero, y no solo a las y los investigadores, las imágenes de nuestra fauna y de nuestras estructuras del fondo del mar; «es la primera vez que esta herramienta de punta nos va a permitir posicionar al Uruguay con ciencia de primer nivel en el área de la oceanografía».
Respecto a las diferencias entre esta exploración y las dos misiones anteriores del Falkor (too) en el Atlántico Sur -en costas de Argentina y Chile-, Burone explicó que el territorio marino uruguayo es distinto en sus condiciones oceanográficas y de fondo. Mientras que la expedición argentina estudió el Cañón de Mar del Plata, Uruguay SUB 200 explorará siete cañones, además, nuestra región es «de transición» y por ello se la conoce como la convergencia Brasil-Malvinas: «la corriente de Argentina, con agua frías y ricas en nutrientes y en oxígeno, se encuentra con la corriente de Brasil que viene desde el norte con aguas muy cálidas, pobres en nutrientes. Cuando estas chocan generan en el ambiente numerosos cambios a nivel físico-químico que a su vez repercuten en la productividad de la columna de agua, en la cadena trófica, y todo eso se va a reflejar en lo que encontremos en el fondo», explicó. Además, a esta convergencia se suman las aguas del Río de la Plata, «todo eso va a repercutir en la fauna que vayamos a encontrar», puntualizó.
En su intervención, Alejandro Balbis, músico que participará de la travesía, aludió a una cita del explorador del océano a Jacques Cousteau señalando que «es difícil que alguien cuide lo que no conoce. Ir a poner luz sobre esa profundidad oscura y llena de vida, va a generar información que va a servir por décadas y va a inspirar a este artista y a otros muchos artistas». Dijo sentirse «afortunado y agradecido» por haber sido invitado a esta expedición.
Fabrizio Scarabino, uno de los líderes de grupo que integran la tripulación científica, declaró que esta misión «es algo maravilloso para la soberanía uruguaya, para la cultura, para que los uruguayos y el país seamos más marinos. De hecho, el país tiene más territorio marino que terrestre, pero falta todavía que eso esté en la cultura; no vemos todas estas cosas en la escuela, en el liceo, vemos los 19 departamentos clásicos y bueno, es necesario un cambio en este sentido».
El equipo científico compartirá esta experiencia a través de varias transmisiones en vivo, con imágenes de gran calidad que serán tomadas en el fondo del mar. Estarán disponibles en el canal de Youtube del Schmidt Ocean Institute: https://www.youtube.com/@SchmidtOcean/streams

