Gastón Togni, Nicolás Fernández y Santiago Solari lo goles de la goleada visitante. Cinco partidos, cinco derrotas para el mirasol en Copa.
Peñarol fue goleado, una vez más por Copa Sudamericana, esta vez ante Defensa y Justicia en el Campeón del Siglo, quinta al hilo en un nuevo papelón internacional.
El partido comenzó con los mirasoles tratando de adueñarse de la pelota y ser protagonistas, con Carlos Sánchez muy activo y apostando a las bandas para abrir la cancha. Su rival era mucho más vertical, cerraba espacios y salía con mucha velocidad.
Un remate de Arezo que se fue ancho y otro de Julián López mostraban un duelo intenso con llegadas en los dos arcos. Otra tuvo la visita con un centro desde la izquierda y cabeceó Uvita Fernández pero Thiago Cardozo bien parado logró contener.
De a poco los argentinos se fueron sintiendo más cómodos con el juego y mostrando algunas falencias defensivas de los locales. Así fue como Agustín Sant’Anna que se mandó por la derecha terminó con un remate que dio en el travesaño en la más clara en los primeros 25′.
Sebastián Rodríguez era el distribuidor del fútbol en los mirasoles, pero las intermitencias de Kevin Méndez, más la poca precisión en la subida de los laterales no lograba dar frutos.
El Halcón tenía sus opciones ofensivas pero caía en las mismas carencias de profundidad que los carboneros, manteniendo el trámite un cero que se adaptaba a lo visto.
Pero un error en la salida de Leonardo Coelho le terminó dando la apertura a los argentinos a los 42′. Un pase mal dado, un robo en la presión y un pase para el remate de Uvita Fernández terminó dando en el parante derecho de Cardozo, pero Gastón Togni aprovechó el rebote e infló las redes para el 1-0.
Un remate de Arezo sin conseguir arco terminó cerrando una primera etapa con los aurinegros otra vez abajo en el plano internacional.
La debacle
Para el complemento Arias decidió realizar una variante que fue colocar Nicolás Rossi por Kevin Méndez para buscar otra velocidad en ofensiva.
Lo cierto es que otro golpe al mentón no demoró en llegar. Otra pérdida en la salida terminó en un remate de media distancia de Nicolás Fernández que la colgó, dejando sin valor la estirada del cuidapalos, para el 2-0.
Molestia en los hinchas que se hicieron sentir desde las tribunas en una nueva derrota que se iba consumando en la Sudamericana y se lo hicieron sentir principalmente a Arias.
El propio entrenador, con un equipo grogui, decidió mandar a la cancha a Máximo Alonso, para la salida de Carlos Sänchez del terreno de juego.
¿Soluciones? Ninguna, ya que la creación de fútbol era nula, casi sin acciones ofensivas claras y el rival estaba más cerca del tercero que la proximidad del descuento.
Diego Rolan y Braulio Guisolfo a la cancha, en otro intento de conseguir caminos, con el correr de los minutos que pesaban e iban transitando hacia una nueva derrota.
Sobre el cierre llegó el tercero y merecido gol de la visita, con un pase a Santiago Solari que definió cruzado y colocó el 3-0 con que se cerró el duelo.
Enojo generalizado y un nuevo papelón para los carboneros que fueron netamente superados una vez más. Peñarol y sus números coperos son elocuentes: cinco partidos jugadores, todos perdidos, con tres goles a favor, dieciseis en contra y una diferencia de menos 13.
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