La pérdida de poder adquisitivo de jubilados y pensionistas viene en aumento desde el año 2020 y se vislumbra que para este 2022 siga incrementándose, incluso perdiendo el aumento otorgado a principio de año, en estos primeros tres meses.
Los procesos de recuperación de las jubilaciones y pensiones que se inició en el 2005, empiezan a retroceder, un indicador fue en ese año, que la mitad de los jubilados y pensionistas se situaban por debajo de la línea de la pobreza, pero este proceso de recuperación llevo a que, en el 2019, la pobreza se redujo drásticamente hasta el 2,8% en jubilados y pensionistas.
Respecto a las jubilaciones mínimas, desde el 2005 hasta enero de 2020, se incrementaron en un 62 %, pero en los años 2020 y 2021 han significado una sustancial rebaja del poder adquisitivo de las mismas. En el 2020 la inflación fue de 9.41 por ciento y el ajuste de 7.58 por ciento; en el 2021 la inflación fue de 7.96 por ciento y el índice medio de salarios llegó a 6.16 por ciento, que es el ajuste que se aplicó a las jubilaciones y pensiones en este año.
El aumento en las pasividades por debajo de la inflación, significo para este sector, una disminución del poder adquisitivo a principio de año del 2,3%, y se agrava aún más debido a que en enero la inflación fue del 1,78% y en febrero del 1,47%, lo que acumulado hasta marzo es del 3,28%; es decir que en los dos primeros meses del año el aumento de bienes y servicios ya se “comió” un poco más de la mitad del aumento dado a principio de este año que fue del 6,16%.
Pero se agrava más en quienes cobran la pasividad mínima, ya que el aumento recibido en enero, con respecto a lo que venían ganando en diciembre, fue menor que el índice medio de salarios, fue de 4,44%. Es decir que, apenas empezando el año, la inflación ya comienza a absorber la totalidad del aumento.
Para graficar la situación: hoy la pasividad mínima es de $ 15.750, con el aumento del 4,44%, los que cobran en esta franja vieron un aumento de $ 669, pero con este aumento por debajo de la inflación, sumado al acumulado de inflación a febrero, la pérdida de poder adquisitivo se sitúa cerca del 7%, es decir que en estos dos primeros meses del año meses ya perdieron $ 433 en poder adquisitivo. Si se sigue a este ritmo, es muy posible que se sigan sumergiendo aún más todas las pasividades, sobre todo tomando que los acumulados interanuales de inflación en enero y febrero fueron 8,15% y 8,85%.
Esto es culpa de la LUC, no directamente, pero ¿cuánto tiene que ver los aumentos de combustibles que se han dado desde el inicio de este gobierno multicolor? La LUC habilito al aumento todos los meses de los combustibles, según el artículo 235 de esta ley. Desde que se aplicó la ley, en este punto, hubo un aumento del 36% en la nafta super, que sin dudas disparo los precios de costo de producción asociados a los productos de la canasta básica y nuevamente, el modelo económico de este gobierno traslada estas subas, en este caso, a los bolsillos de nuestros jubilados y pensionistas. Este también es un argumento más para derogar este próximo 27 de marzo, los 135 artículos de la LUC y en este caso es por nuestros abuelos y abuelas.
Téc. Univ. Gustavo Chiriff / PCU-FA