El trabajo fue realizado por el Hospital Vilardebó, el Institut Pasteur, la Facultad de Química y el Claeh.
Un estudio uruguayo analizó la interacción en el organismo de la clozapina, fármaco para tratar la esquizofrenia resistente, y el conocimiento benefició a pacientes al ajustar dosis y disminuir efectos secundarios.
El trabajo de expertos del Hospital Vilardebó, la Facultad de Química y el Institut Pasteur del Uruguay, incluyó análisis genéticos y metabólicos.
Por su impacto y su abordaje multidisciplinario, el estudio logró el primer premio en el XI Congreso Uruguayo de Psiquiatría, llevado a cabo la semana pasada.
“En Uruguay hay más de 30.000 pacientes esquizofrénicos, y cerca de un 30 % de ellos no responde a los tratamientos convencionales. A eso se la llama esquizofrenia resistente”, explica el químico farmacéutico Ismael Olmos, de la unidad de farmacología clínica del departamento de farmacia del Hospital Vilardebó, en un video publicado por el Institut Pasteur.
Los objetivos del estudio eran conocer mejor cómo actúa el fármaco en el cuerpo de los pacientes, ya que no se comporta igual en todos, y determinar si había factores relacionados a los hábitos de vida de cada paciente que incidieran en la efectividad y en los efectos no deseados.
Resultados
El análisis genético halló en los pacientes una alta frecuencia de una mutación que es inducida por fumar y que determina que la clozapina sea metabolizada de manera muy rápida. Así, el estudio logró entender por qué los pacientes fumadores necesitan mayores dosis de clozapina.
En los pacientes en general, estos hallazgos ayudan a establecer dosis personalizadas de clozapina, lo que mejoró la eficacia del tratamiento y reduce los efectos adversos.