Luego de la elección del pasado domingo y ya encaminados hacia la segunda vuelta, en la que el Frente Amplio tiene altas posibilidades de recuperar el gobierno, desde Seregnistas Salto queremos compartir algunas reflexiones.
El Frente obtuvo una votación extraordinaria. En Salto y en el resto del País. Aumentó notoriamente su votación desde 2019, tiene mayoría en el Senado y se encamina a dar una gran batalla electoral en la segunda vuelta, con chances reales de recuperar el gobierno.
Tiene chances porque luego de las elecciones de 2019, realizó a puertas abiertas y en diálogo con la sociedad un proceso de autocrítica y volvió a construir las propuestas del programa de gobierno en forma participativa. Pero además porque es la fórmula más sólida, respaldada por ese programa de gobierno y por un gran equipo, que cuando le tocó gobernar lo hizo en beneficio de las grandes mayorías.
En la segunda vuelta, además de los candidatos a presidente y vice, estaremos eligiendo entre programas de gobierno, formas de hacer y prioridades e intereses para atender. Estaremos eligiendo entre Orsi-Cosse o Delgado-Ripoll junto a sus programas; al nuestro lo conocemos desde hace más de un año y al otro lo están escribiendo, pero también optaremos entre la posibilidad de un gobierno transparente y otro opaco y lleno de escándalos, entre uno que priorice los problemas de la gente y otro que atienda únicamente a los “malla oro”.
Seregnistas
A nivel sectorial, el 27 fue una larga e intensa jornada, que culminó con un proceso bastante complejo. Lleno de desafíos y dificultades, donde la votación de Seregnistas se vio afectada en todo el país. Notoriamente, nuestra presencia en el Senado se reducirá a una única banca. Posiblemente este aspecto impactó directamente en el resultado local, lo que oportunamente evaluaremos.
Sin embargo, entendemos que a nivel departamental, y más allá del resultado electoral, desde el punto de vista político de la construcción política de nuestro espacio, fue un hito bien importante, porque quedó claro que vamos consolidando y haciendo crecer.
Esta campaña fue la oportunidad para plantear con solidez, seriedad y respeto los temas políticos y programáticos que nos parecen importante para el desarrollo de nuestro departamento y su gente y que son fruto de una construcción colectiva de estudio de la realidad de la información y los datos duros pero también de procesos de escucha y diálogo para entender a los salteños. No logramos la banca en Diputados, pero sepan que firmes en nuestras convicciones seguiremos defendiendo esas banderas.
Este proceso político permitió consolidar en la 95 de Salto un excelente grupo político. Mostramos claras señas de identidad frenteamplista a lo largo de éste tiempo. Con un Candidato que en ningún caso prometió nada a cambio de un voto. Que no se aprovechó de la necesidad de nadie para pedir el apoyo. Que tiene un Edil que no claudicó a las mayorías que sostienen al limismo y respaldado en el Programa de Gobierno del Frente Amplio se mantuvo fiel a sus principios. Que tiene compañeras con una enorme tenacidad, que representan una lucha por la sociedad con más equidad. La 95 es un grupo que representa, -quizá mejor que ningún otro- a la sociedad y esa matriz de izquierda que tenemos que construir. Están de la ciudad y el campo. Están el mundo del trabajo y la academia. Están los jóvenes y los emprendedores y cuentapropistas. Los más veteranos y los que asoman a la militancia. Están los de la cultura y el arte y los de la docencia.
Sin dudas que hay mucho trabajo por delante, pero se hace mucho más fácil con Compañeras y Compañeros trabajando fraternalmente, cómodamente, sin internas y con mucho afecto.
Agradecimiento
Por último, pero no menos importante, desde Seregnistas de Salto queremos agradecer a quienes nos acompañaron y respaldaron en esta instancia; que aportaron y seguirán aportando y apostando al triunfo del Frente Amplio para obtener un gobierno que atienda las necesidades de las grandes mayorías.
Los Seregnistas de Salto estaremos en este mes militando por el triunfo de Yamandú y Carolina, que no es otro que el triunfo de la honestidad como práctica para gobernar.