Huellas polacas en Salto (Por Jorge de Souza Soria y Angelina Bazzano Korytnicki)

Huellas polacas en Salto (Por Jorge de Souza Soria y Angelina Bazzano Korytnicki)

Foto: Moisés Korytnicki

Salto, por su ubicación geográfica, ha sido a lo largo del tiempo un punto de encuentro, un crisol particular que ha permitido tejer un complejo entramado multicultural el cual se refleja en diversos aspectos de su patrimonio tangible e intangible.

Desde esa perspectiva, creemos interesante compartir la presencia polaca en nuestro departamento.

En primera instancia referenciar un ícono de nuestra ciudad, como lo es la escultura del “El niño y el cisne” que encontramos en la Plaza de los Treinta y Tres Orientales, obsequiada a la ciudad a mediados del 1800 por el comerciante y político José Pedro Farini, cuyo autor es Teodoro Kalide, nacido en territorio polaco.

La creación de Kalide, “El Niño y el Cisne”, es una de sus obras más conocidas, una de las cuales fué encargada por Federico Guillermo III de Prusia para adornar el jardín de su residencia de verano, Palacio de Carlottenburg.

Foto: Omar Balderrin

Horacio Quiroga y el Dr. Jurkowski

El Dr. Julio Jurkowski, polaco, cuya trayectoria profesional como médico contribuyó a la formación de la Cátedra de Anatomía de la Facultad de Medicina en Uruguay, se constituye en otra huella polaca en nuestra tierra. Pero sin dudas, más allá de esta importante referencia de su aporte a nuestro país, surge en nuestro patrimonio inmaterial, la presencia de Horacio Quiroga asociada al Dr. Jurkowski y su esposa, Carlota Ferreira. Carlota, conocida por su relación con el pintor de la Patria, Juan Manuel Blanes, quien la inmortalizó en el lienzo existente en el Museo Nacional de Artes Visuales en Montevideo. Delgado y Brignole, amigos de Quiroga, recuerdan en su libro “Vida y Obra de Horacio Quiroga” que fue en 1889, en las fiestas de Carnaval, cuando se encuentran en los tradicionales combates de serpentinas y flores, y desde ese momento Quiroga quedó prendado por la belleza de la hija de Jurkowski.

A tal punto llego su amor que planificaron huir juntos de la ciudad, lo cual casi concretan, sino fuera por la férrea oposición de Carlota que culminó en un repentino viaje que alejó a María Esther de Horacio. Sin embargo más allá de la distancia ese primer amor  fue la inspiración para “Una estación de Amor”, el más romántico de sus cuentos de la obra “Cuentos de Amor de Locura y de Muerte”.

Actualmente la casa donde viviera el Dr. Jurkowski y Carlota Ferreira es la sede del colegio y liceo Vaz Ferreira, en la esquina de Invernizzi y Brasil.

Otro simbolo de nuestro patrimonio industrial, como lo fue Urreta S.A, posee una huella polaca muy particular, en la década de 1940, traen a Salto en un vuelo de avioneta, a Juan Kúdrason, polaco nacido en un pueblo cercano a Varsovia en 1889, con el objetivo de arreglar una falla en las máquinas de la Urreta.

Foto: Juan Kúdrason (archivo familiar)

Cuentan que al llegar pide que le traigan una silla y apaguen toda la maquinaria, paulatinamente hizo poner en funcionamiento las diferentes secciones hasta que logró identificar la falla por medio del sonido.

Sin dudas una expertiz digna de destacar que por su particularidad ha persistido en la memoria colectiva.

Tienda El Cóndor

 

Moisés Korytnicki, llegó a la Argentina, siendo niño y huyendo de la guerra y la persecución de la colectividad judía, a la cual pertenecía. Viajó escondido en un barco, junto a su hermano mayor que trabajaba en la embarcación, con tan solo una valija de equipaje. En Argentina, trabajó junto a su hermano como vendedor ambulante, sufriendo un accidente que le provocó la fractura de su brazo derecho. Fué atendido por un profesional de la salud antisemita que decide amputarle el brazo, pero éste hecho no lo limitó y siguió creciendo y desarrollándose, aprendió a escribir y a utilizar solamente su brazo izquierdo. Esta situación sí lo motivó a viajar a Salto, Uruguay donde conformó su familia. Se desempeñó como próspero comerciante, fundando la tienda “El Cóndor” un punto de referencia del comercio salteño con un fuerte vínculo con los comerciantes y viajeros del interior del departamento.

Logró transmitir en el seno de su familia, el compromiso con el trabajo y la importancia del esfuerzo y sacrificio.

Dicho emprendimiento se encontraba en la esquina de las calles Uruguay y Bilbao.

De la descendencia de la familia Korytnicki, cabe mencionar al Dr. Luis Korytnicki, sobrino de Moisés, quién nació en Salto, se recibió de Doctor en Medicina y especialista en Cardiología, siendo un referente en ésta área. Falleció en setiembre de 2018, dejando sus huellas en la Facultad de Medicina.

Sin dudas, son múltiples y variadas las huellas polacas en nuestra ciudad y en la región, por lo cual creemos importante contribuir al conocimiento de ese patrimonio.

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