Intendencia, INR y clubes de niños llevan adelante un plan piloto de clasificación de residuos y producción de compost

La dirección de Gestión Ambiental y la unidad de Capacitación, Socorrismo y Rescate de la Intendencia de Salto, junto al Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) y diversas instituciones educativas, llevan adelante un plan piloto de limpieza y reciclaje denominado “Limpiemos el mundo comenzando por nuestro barrio”, que comprende clasificación de residuos y producción de compost.

Días pasados, el director de Gestión Ambiental, Nicolás Palacios, la directora de la Unidad 20 del INR, María de los Ángeles Machado, el coordinador del Club de Niños La Tablada, Facundo Molina, y la coordinadora del Club de Niños Don Atilio, Beatriz Grassi, participaron de una rueda de prensa en la que informaron acerca de este trabajo que había comenzado en 2019 y tuvo que ser postergado debido a la pandemia.

El plan piloto que se está implementando se basa en la experiencia realizada en años anteriores de “Marinería reciclable” y “Nuestro barrio limpio”, en los cuales niños de distintos barrios recibieron una capacitación en reciclaje y, con nudos marineros, realizaron “chismosas” para hacer los mandados, así como una limpieza masiva de su barrio.

El proyecto tiene como principales objetivos concientizar acerca de la importancia de la clasificación de residuos y enseñar a separarlos, para lo que se entregarán dos bolsas a las familias, una para residuos orgánicos y otra para el resto de la basura. Ya se fijaron las dos primeras jornadas dedicadas a levantar los residuos, que serán el 27 de setiembre en barrio La Tablada y el 4 de octubre en barrio Don Atilio. En esas jornadas, personal del departamento de Gestión Ambiental acompañará la recolección de las bolsas, con participación de los niños. Una vez recolectadas, se procesarán en la chipeadora y se colocarán en tarrinas para ser trasladadas a la unidad del INR. Allí seguirá el proceso para generar compost, el que será volcado a la chacra para las plantaciones que allí se realizan, y a cada Club de Niños participante. Los residuos no orgánicos quedarán en la Intendencia y se destinarán al trabajo de las cooperativas de reciclaje.

“Es un granito de arena que aportamos al cuidado del medio ambiente y de nuestro planeta, se trata de mostrar, por un lado, cómo podemos hacer compost con los residuos orgánicos para fortalecer la producción de hortalizas. Y por otro lado, con la otra clasificación de nylon, plásticos, botellas, hay un núcleo importante de familias que trabajan para que la industria vuelva a utilizar ese material. Ahora se suma el INR para hacer el compost y las puertas están abiertas para que se sigan sumando instituciones y siga creciendo este proyecto, que tendrá como resultado una mejor calidad de vida”, explicó Palacios.

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