Jorge Pignataro ante todo es hombre de la casa, trabaja en EL PUEBLO formalmente desde enero de 2010. Siendo docente fue incursionando cada vez más en el periodismo, pasando a radio Libertadores con sus “Peces de Colores” los días sábados y más recientemente con “El Faro” de lunes a viernes. Y a partir del lunes próximo debutará en la conducción de un programa de debates televisivo en Canal 4 Flow.
- Háblame de tus primeros años, la niñez, la familia, la escuela y el liceo.
- Me hacés acordar a Antonio Machado, por aquello de “mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla y un huerto claro donde madura el limonero”. La mía son recuerdos de un patio con mesa redonda de vidrio, un paraíso, una espumilla, un gallinero. Lugar de juegos y mucha lectura allá en una pieza del fondo. Me crie en la misma casa con mis padres, mis hermanos y abuelos. Hablo de calle Brasil, a cuatro cuadras del puerto. Jugaba principalmente con Ana Claudia, mi hermana, por una cuestión de edad. Alejandro, el menor, vino cuando ya éramos más grandes. Soy fruto de la Educación Pública y gran defensor de ella, fui siempre a la Escuela 4 y siempre al IPOLL. Amigos, pocos, los compañeros de clase sobre todo, de barrio La Estrella, Paso del Bote, y varios que venían de Barrio Uruguay. Era lindo esperarlos que bajaran del Línea 7 en el comercio de Peduto, en Artigas y Florencio Sánchez, frente a la escuela.
- ¿Qué ha sido la lectura en tu vida?
- Una de las cosas que más me enriqueció, sin ninguna duda. Una de las “patas” para el enriquecimiento y crecimiento personal. Otras han sido los docentes que tuve, lo que aprendí en mi casa, lo que aprendo todos los días conversando con las más diversas personas. Pero la lectura ha sido y es fundamental, te abre la cabeza, te permite entender, y ya te lo permitía antes que hubiera internet, que el mundo no termina ahí en la esquina de tu barrio o tu ciudad.
- ¿Cuándo fue surgiendo tu vocación hacia la docencia?
- Hacia la docencia (piensa). No sé. Sé que cuando estaba terminando Secundaria, tenía claro que me gustaba la Literatura y la Comunicación. Tenía que elegir. Era difícil para la familia que me fuera a Montevideo a estudiar Ciencias de la Comunicación o Licenciatura en Letras. Entonces opté por lo que pudiera, de alguna manera, unir un poco esos gustos, y surgió entonces la carrera que además tenía a mano, el profesorado. En aquel momento en el CERP se estudiaba en un régimen de 8 horas diarias de clase y la carrera duraba 3 años. Así fue, cursé y egresé cuando apenas estaba por cumplir 21 años y ya empecé a trabajar como profesor de Idioma Español y Literatura. En Español trabajé pocos años, en Literatura en cambio llevo más de 20 años de docencia, soy efectivo por concurso. Fue cuando empecé a trabajar, siendo muy joven como te digo, que sentí muy fuerte la vocación docente. Después eso fue debilitándose, me fue desilusionando mucho la decadencia que veía y veo año tras año en la Educación de este país. Hice todo el esfuerzo posible por ir dándole en mi vida más lugar al periodismo, a tal punto que hoy me dedico muy poco a la docencia en comparación con lo que hago como periodista. Y estoy muy contento, aun dejando de lado lo económico, prioricé el bienestar personal y familiar. Si me quedara solo dando clases ganaría mucho más plata, pero viviría triste, duele decirlo, pero así lo siento.
- ¿Cómo es tu llegada a EL PUEBLO y cómo te has sentido estos años al frente de la página Cultural que luego fuiste sumando columnas de opinión y de información general?
- Es un placer escribir para este diario, porque me gusta escribir y porque EL PUEBLO tiene gran prestigio. Creo que soy afortunado de tener trabajo en lo que me gusta y en este diario que es muy leído y respetado. En 2002 estaba cursando el último año de Profesorado y asistía a la vez al taller literario que dictaba Leonardo Garet en la Biblioteca Departamental. Él entiende que yo tenía condiciones para el periodismo y me contacta con José Luis Guarino, que tenía a su cargo la página de Cultura. Muy generosamente Guarino me ofrece colaborar con alguna columna de vez en cuando. No lo desaproveché. Cada quince días, más o menos, le llevaba uno de aquellos viejos disquetes a su casa con un artículo sobre algún tema de cultura, y él lo publicaba. Después, en enero de 2010 me llama Adriana Martínez y me ofrece integrarme al equipo periodístico con la tarea de escribir la página de Cultura completa los jueves y domingos. Empecé con eso el domingo 7 de febrero de 2010 y así sin interrupciones hasta 2019, cuando empiezo a escribir también otras secciones y además a estar acá mismo, trabajando en la Sala de Redacción durante la mañana.
- Tuviste un pasaje en la Subdirección de Cultura de la Intendencia, ¿cómo fue esa experiencia?
- No fui Subdirector de Cultura, como algunos creen. Fui un funcionario más de esa área en 2013 y 2014. Tampoco tuve pase en comisión, simplemente no tomé mis grupos en Secundaria y me dediqué a ese otro trabajo. Estaba a cargo de los talleres artísticos, entre otras tareas, por ejemplo si había que cumplir horario en un museo, en el Teatro, en el Ateneo, en Casa de la Cultura, estaba yo. Muy buena experiencia. El Director era Garet y tengo la satisfacción de decir que en ese momento Salto fue el departamento con más talleres gratuitos en todo el país, más de veinte, y todos, sin excepción, con docentes elegidos por concurso, cuyo tribunal nada tenía que ver con la Intendencia. Eso luego se desmanteló. También siento la satisfacción de haber repartido doce mil libros en todo el departamento, de tener abiertos los museos y no solo para visitas sino además con actividades, haber creado varias salas nuevas en Casa Quiroga, y tantas cosas más. Una experiencia muy buena, vuelvo a decir.
- Del diario a la radio, primero con “Peces de Colores” y luego con “El Faro”, ¿cómo es tu experiencia en la comunicación radial?
- Es excelente, me encanta la radio. “Peces de Colores” va rumbo a los 9 años, mucha gente me dice que es un clásico de los sábados, eso para mí es notable, me emociona. “El Faro” es más nuevo, cumplimos 3 años y en este caso a veces siento la responsabilidad de cumplir, por decirlo de alguna manera, con una audiencia muy ávida de conocimientos, de cultura general, que venía acostumbrada a escuchar al maestro Rolón, que muchos años tuvo su programa también en Radio Libertadores a esa hora. Tengo claro que el estilo es otro, no trato de compararme tampoco, pero la audiencia a veces espera que salgamos de lo político y hablemos de árboles, de alimentación, de historia de Salto, de personajes populares, algo que a mí también me entusiasma mucho.
- A partir del próximo lunes, comenzarás una nueva experiencia con la conducción de un programa de debates en la televisión en pleno año electoral, ¿cuáles son tus expectativas?
- Sí, me invitaron y acepté el desafío. Estoy muy agradecido a la producción de Debate Abierto y Canal 4. Mis expectativas son poder llevar adelante intercambios de ideas, de conceptos, de puntos de vista, pero de forma realmente clara, respetuosa, y que en definitiva le permita a la población elegir a conciencia qué quiere a partir de este año que, como decías, es muy especial. Me refiero a intercambiar con la mayor claridad posible sobre seguridad, salud, educación, vivienda y tantos otros temas que irán pasando.
- Entre medio de tanto trabajo, has ido formando a tu hermosa familia junto a tu señora. Háblame de cómo vivís esa construcción diaria junto a tus hijos y lo que significa la familia en tu vida.
- Ayudar a los hijos a construirse es quizás la responsabilidad mayor que la vida nos da. No es fácil, menos cuando son adolescentes, pero tengo claro que nada importante es al mismo tiempo fácil. Así que en eso estamos con Mercedes, tratando de hacer lo mejor en lo que sabemos, que no hay recetas y que se aprende en la marcha, con aciertos y errores. Queremos que Bruna (17) y Gonzalo (15) sean lo que quieran ser, pero antes que todo, buenas personas. Para mí la familia es eso, que si no estuviera mi vida sería un desastre.
- Sos una persona que sigue cumpliendo metas, ¿ya tenés claro cuál será la siguiente?
- Me conformo con que haya salud y fuerza para seguir andando, en mí y en todas las personas que quiero. ¿Qué mejor meta que esa? Otras cosas que puedan venir, son de yapa.
- La última palabra es tuya.
- Me quedo con una expresión de deseo, poder organizarme un poco mejor para estar más tiempo dedicado a mi familia, para escucharlos más, en definitiva, para compartir más tiempo con ellos, y algo muy importante, para visitar más a mis padres.
Fuente: Diario El Pueblo
