Los médicos informaron que el cáncer comenzó a colonizar el hígado. José Mujica se mostró orgulloso del movimiento político que fundó, señaló a la democracia como el mejor instrumento político, descartó cualquier tipo de rol en el gobierno futuro de Yamandú Orsi y finalizó su ciclo de entrevistas: “el guerrero tiene derecho a su descanso”.
Este martes 7 de marzo, José Mujica informó que dejará de brindar entrevistas o participar de actividades. Lo hizo luego de informarse sobre el avance de su enfermedad. Según reveló al semanario Búsqueda, el cáncer de esófago comenzó a colonizar el hígado.
Mientras el cuerpo se lo permita, se dedicará a despedirse de “la barra” de “sus compatriotas” y a las labores en la chacra. Hay un árbol sequoia bajo el cual está su perra Manuela y ya comenzó los papeles para que su descanso final sea en ese lugar.
“Y ya está”, expresó. “Lo que me revienta es que inventan teorías de que yo estoy atrás de cada movida de (Yamandú) Orsi. No es cierto. A Orsi no lo veo desde el otro día que ganó las elecciones. Me vino a ver esa mañana y nunca más hablé con él”, avanzó en la entrevista.
Tuvo dedicadas palabras para su esposa, Lucía Topolansky: “‘Lucía es un ser superior y estoy acá todavía gracias a ella’, dice con la voz entrecortada y otra vez con los ojos llenos de lágrimas”, señala la entrevista.
“Lo que pido es que me dejen tranquilo. Que no me pidan más entrevistas ni nada más. Ya terminó mi ciclo. Sinceramente, me estoy muriendo. Y el guerrero tiene derecho a su descanso”, dijo en otro pasaje de la nota.
Recordó el trabajo del Movimiento de Participación Popular, del Frente Amplio, y su sentimiento por la labor política en el último año, de campaña electoral: “en determinado momento, morir hay que morir. ¡Y como para no estar orgulloso! ¡Mirá lo que hicieron los compañeros! Se mandaron una campaña electoral impresionante. Hubo días que tuvieron 100 actos. La hicieron ellos la campaña”.
“Totalmente tranquilo y agradecido. Mis compañeros lograron lo que mi generación no logró. ¡Mirá la votación que tuvieron! Y ahora van a tener nueve senadores y 36 diputados. Realmente impresionante. Eso lo lograron ellos”, complementó. Mujica precisó que su generación pensaba en la economía como el centro de la cuestión, pero “lo económico es motor de la historia, pero hay otros. Esa visión unilateral no la tengo más y eso me lo fue dando la vida”.
Ante la pregunta “¿se arrepiente de algo?”, respondió: “De cantidad de cosas. Fui presidente, y en este país hay gente que pasa hambre. ¡No puede ser!”.
“No hay nada como la democracia”
Mujica reivindicó al sistema democrático durante la entrevista: “No hay nada como la democracia. Yo de joven no pensé así, es cierto. Me equivoqué. Pero hoy me bato por eso. No es la sociedad perfecta, es la mejor posible”.
La vida como aventura, milagro y una pasión
“La vida es una hermosa aventura y un milagro. Estamos demasiado concentrados en la riqueza y no en la felicidad. Estamos concentrados solo en hacer cosas y, cuando querés acordar, se te pasó la vida al pedo”, expresó José Mujica.
“Yo la viví muy bien. Mi vida es un poco una novela. La presidencia es solo una pavada, un capítulo más. Además, yo no me había ni propuesto ser presidente. Se dio así el juego. Igual, siempre viví al mango. Eso, más que una manera de pensar, es temperamento. Cada vez le doy más importancia a la biología. Yo discutí en ruso con mi madre, pero heredé de ella el carácter. ¡Una tana feroz! Yo por momentos tengo ese temperamento”.
El recambio, lo nuevo, “nadie es insustituible”
“Mi barra tiene que entender que el tiempo es inexorable y que hay un momento que hay que abrir la puerta a otras generaciones y no estar estorbando. Mi única preocupación es que tengan una actitud de renovación permanente, porque lo que viene es muy distinto a lo que hubo”, señaló Mujica.
“Para que las cosas permanezcan, tenés que cambiar permanentemente. Lo que no logra sucesión, se muere, porque a la muerte se le contesta con la vida. Al envejecimiento, se le contesta con la juventud”, agregó.
Y finalizó: “Yo me voy a morir acá. Ahí afuera hay un sequoia grandote. Está Manuela enterrada ahí. Estoy haciendo los papeles para que ahí también me entierren a mí. Y ya está”.
