La apuesta electoral (Por el Téc. Univ. Gustavo Chiriff / 1001 – Frente Amplio)

Estamos a 37 días de las elecciones internas, donde cada partido tendrá que definir quien será su candidato o candidata a presidente, el cual se presentará el último domingo de octubre. El Partido Colorado tendrá seis precandidatos, cuatro hombres y dos mujeres, el Partido Nacional cinco, tres hombres y dos mujeres, el Partido Independiente, un solo varón y el Frente Amplio tres, dos hombres y una mujer.

En estos días se empieza a intensificar la campaña, con las propuestas de cada uno de ellos, de las cuales se presentan programas de gobiernos de un mismo partido, pero distintas entre sí, como ocurre en el partido Colorado y Nacional; en el Frente Amplio tenemos un solo programa de gobierno que cualquiera de los tres que resulte nuestro candidato/a, llevara a cabo en el próximo gobierno. Programa que a diferencia de los partidos de derecha se construyó con la más amplia participación de todos y todas las frenteamplistas a lo largo y ancho del país, discutiendo en los Comités de Base y en los sectores y luego laudado en el Congreso de delegados de diciembre último, es un programa del pueblo para el pueblo.

Detrás de las Internas no solo está la definición de quienes serán los candidatos a presidente, si no que en muchos sectores definen según esta votación, quienes serán diputados o su inclusión en estas listas. Es por eso que vemos intensificarse también la competencia entre listas por estos lugares, donde prima muchas veces la cantidad de votos frente a la capacidad, a la preparación política y al reconocimiento de su fuerza política. En los partidos tradicionales es cruda esta puja de poder electoral, de competencia de votos, donde cueste lo que cueste salen a la caza de estos votantes. Hemos visto y escuchado también, que algunos de estos candidatos, hablan de inversión monetaria en la campaña electoral, como si fuera un negocio, apuestan a su dinero o el prestado, a poder conseguir “un puesto” para poder reintegrar esa “inversión”. Ejemplos de estos hay varios en Salto hoy.

Entonces las fichas se mueven en función de las posibilidades de tal o cual candidato, buscando asegurar su apuesta, como si fuera un juego. Así conciben algunos la política, como un juego de apuestas estratégico, donde puedo ganar o perder, jamás empatar. Sin contenido ideológico, carente de perspectiva, vacíos de propuestas, van por los barrios prometiendo lo inalcanzable, jugando también con la necesidad y urgencias de la gente, hacen de la política una timba.

Muchos ya saben quienes son, ya no les creen, son los mismos que prometieron a todos los uruguayos y uruguayas, los mejores cinco años de nuestras vidas, pero el pueblo tiene memoria, guardada en la injusticia y la desigualdad que sumieron a miles de trabajadores. Para cambiar el Uruguay, hay que votar a conciencia nuestra y no a conveniencia de otros.

Téc. Univ. Gustavo Chiriff / 1001 – Frente Amplio

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