En un espacio de más de 600 metros cuadrados equipados con tecnología de vanguardia, trabajarán más de 30 especialistas en diversas disciplinas, para generar conocimiento científico en el área alimenticia en beneficio de la salud humana. El laboratorio PAYS, que funciona en las instalaciones de la Facultad de Medicina, fue inaugurado por el presidente Luis Lacalle Pou, quien ratificó el camino de Uruguay hacia la innovación.
Este miércoles 28, el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, presidió el acto de presentación del laboratorio del Programa de Alimentos y Salud Humana (PAYS) instalado en la Facultad de Medicina de la Universidad de la República (Udelar). Fue recibido por el director científico del programa, Rafael Radi, junto a la gerenta, Ivana Faccini y el decano de la facultad, Arturo Briva. También estuvieron presentes: el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Ilan Goldfajn, y el ministro interino de Ganadería Agricultura y Pesca (MGAP), Juan Ignacio Buffa.
La iniciativa se originó con el respaldo del Centro de Investigaciones Biomédicas y el apoyo de la Udelar. Este laboratorio, en 600 metros cuadrados, cuenta con tecnologías de vanguardia y más de 30 especialistas en diversas disciplinas. El objetivo es generar conocimiento científico en el área de los alimentos, construir infraestructura de investigación y formar recursos humanos especializados, para mejorar la calidad de los alimentos en beneficio de la salud.
Las autoridades coincidieron en que contar con un programa académico, científico y de formación es importante para el sector productivo, tanto para la demanda externa, como para el mercado exportador. Forma recursos calificados, para lo que se creó la primera maestría de Uruguay en Ciencias de los Alimentos y Salud Humana, un posgrado que forma especialistas capaces de pensar, investigar, generar conocimiento, así como propuestas y soluciones, con más de 80 docentes y en estrecho vínculo con el sector productivo y salud.
Lacalle Pou, en su oratoria hizo énfasis en el compromiso con la innovación, que consideró “una marea que está creciendo”. “Uruguay está, por patrimonio histórico; por la gente que ha dedicado su vida a esto, desde la producción, desde lo público o desde lo privado, y por estos proyectos de ciencia aplicada, en el camino para ser imán en el mundo e imán de inversiones de bancos como el suyo”, le dijo el presidente al titular del BID, que lo acompañó desde el público y con quien se reunió en la mañana de este miércoles en Torre Ejecutiva.
Sumar atributos a la producción
Buffa dijo que las autoridades sienten este espacio como propio, por ser parte de la construcción conjunta que hoy es una realidad. Habló de la importancia de este laboratorio que pretende vincular la alimentación y la salud, además de generar ciencia, tecnología e innovación. Dijo que abarca tres rubros importantes para el ministerio que dirige, como la vitivinicultura, la producción de miel y la olivicultura. “Genera infraestructura, capacitación y un círculo virtuoso en torno a estos tres alimentos que lo vinculan con la salud”, dijo.
“Cuando hablamos de que el sector agropecuario mejore, queremos decir que el Uruguay todo, sea más próspero. La clave está en agregarle atributos a la producción, que sean productos que nos hagan bien, y la ciencia y la tecnología son fundamentales para dar el salto en el agregado de valor”, añadió.
Agregar una “capa de ciencia”
Radi realizó un repaso de la historia más reciente, que incluyó un aporte de 6.000.000 de dólares del BID y una contraparte de 1.300.000 dólares del Estado uruguayo para la puesta en funcionamiento de este proyecto. Dijo que estos procesos en Uruguay llevan tiempo y celebró que en el primer llamado para la maestría ya se postularon 15 estudiantes.
Habló de avances, como la adquisición de equipos de alto porte, y citó como ejemplo un espectrómetro de masa, el primero de su tipo en América Latina, que permite resolver e identificar moléculas provenientes de los alimentos con altísima resolución. En cuanto a lo que se puede aportar, Radi mencionó como ejemplo el sector vitivinícola, dijo que en la variedad tannat hay una química, una genómica, una biología y efectos que van a ser estudiados para intentar agregarle una capa de ciencias a ese tema.
“Solo tenemos claro 150 componentes de la alimentación, de 26.000 posibles que ingerimos en nuestra alimentación y mucho se pierden como desechos”, explicó el científico, quien agregó que es posible generar un rescate de bioactivos, que normalmente se desechan, y que pueden generar una actividad biológica muy importante. “Esto es un gran desafío (…). Acá hay que aplicar técnicas analíticas, ensayos biológicos, hay que estar en contacto con el sector de la producción y de la salud, pero es una apuesta que si no se hace, no saldrá nada de allí. Esos son los tiempos de la ciencia”, añadió.