La grave situación que enfrenta la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande producto de despilfarros, contrataciones irregulares y mal manejo de recursos públicos no se detuvo con la renuncia del ahora su expresidente. El pueblo se merece una respuesta y una correcta rendición de cuentas producto de lo actuado, porque esto no se soluciona ni ha terminado.
Primero es tiempo del pueblo y del poder político. El gobierno tendrá que dar cuentas de esto ante el Poder Legislativo y desde allí estaremos esperando para recibir las explicaciones que todos los representantes en nombre de la sociedad nos merecemos. No por revancha política ni mucho menos. Esto es actuar seriamente respecto a los graves episodios que se han dado e investigar a fondo.
En segundo lugar, será tiempo de la justicia. Aquí, por más que se trate de un organismo internacional, los responsables y tomadores de decisión son uruguayos, hay fallas a múltiple nivel técnico y político sobre las que se debe rendir cuentas.
En tercer lugar, ¿dónde queda la ética en todo esto? ¿Cuál es la responsabilidad ética y política sobre el que se deben rendir cuentas?
Debemos ser claros, aquí no es que se le haya ido la mano en alguna cosita a la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande, se le han ido varias manos, especialmente en lo que hace a contrataciones y salarios.
La partida extra de 200 millones de pesos a la Comisión Técnica Mixta (CTM) de Salto Grande aprobada por Presidencia el 17 de agosto “por concepto de refuerzo de rubros para el ejercicio 2023” es una buena muestra de clientelismo y corrupción generalizada. Se dice que esto es una puesta al día para gastos de funcionamiento, pero los gastos de funcionamiento incluye contrataciones y salarios inusitados. Curiosamente de militantes políticos nacionalistas.
Son denuncias que se repiten en todas partes, de esto algo es verdad. Se podrán imaginar que Salto Grande le debe aportar a las finanzas del país y no debe andar requiriendo ningún tipo de ayuda. Menos si ha habido ingresos de funcionarios, mejoras salariales que deben respaldar un mejor ingreso y una mejor administración. ¿En serio piensan que la fiesta de los blancos la va a pagar el pueblo?
¡Esto es una fiesta clientelista! Esto está muy mal y se debe investigar a fondo los malos usos de estos recursos que deberían de aportar desde Salto Grande al país, y no al revés. Es un desastre que se utilicen estos recursos del Estado para hacer financiamiento electoral ilícito para alguien que no pudo conseguir en las urnas la voluntad popular.
Ya tuvimos una renuncia, pero ahora, sin demorar en el tiempo, los Partidos Nacional y Colorado deben exigir públicamente la renuncia inmediata de todas las militancias que ingresaron de manera irregular a este organismo con sueldos escandalosos. Se avecina una campaña electoral y esta situación no debiera mantenerse en el futuro o estaríamos pensando que entonces sí, de manera pública y descarada están usando los recursos de todos los uruguayos para pagar a la militancia.
Resolver esto con transparencia, con decisión y con ética, es el único camino para reparar y resarcir semejante afrenta a un recurso que le pertenece a todos los Salteños.
Álvaro Lima
Diputado por Salto