Lo que paso este domingo en la Argentina, nos lleva a reflexionar sobre los distintos procesos de gobierno que se vienen dando en América Latina, sobre todo aquellos en que se producen cambios bruscos, pasando de gobiernos de centro izquierda a de derecha y viceversa. Lo de Milei, no puede solo interpretarse que gano la derecha liberal, ¿es que acaso el 55 % de los argentinos son ultraderechistas?, sin dudas que no.
Todos los argentinos sabían quien era Milei y que proponía, no oculto sus intenciones cuando llegara al poder, nadie desconocía de que va dolarizar la economía argentina, cerrar el Banco Central, legalización del comercio de órganos, liberar a presos condenados por crímenes de lesa humanidad, la libre venta de armas, las privatizaciones de los servicios de salud y educación, mas otras medidas antipopulares, como la desregularización de las relaciones laborales, en un claro intento de represión a las libertades sindicales. Lo dijo y aun así mas del 50 % de los argentinos decidieron que fuera el que conduzca los destinos del pueblo argentino.
El descontento por años de soluciones frustradas a una masa enorme de trabajadores, sumado a una inflación desmedida, que empobreció aún más en estos últimos años a una clase media, que ya venia complicada, sumado a una fuerte inversión mediática de ataque continuo a la “casta”, dio resultados. No es casualidad, es causalidad, la derecha tiene los medios y las capacidades de logarlo y la ayuda mucho la cultura capitalista, base de la ideología liberal.
El desarrollo de la cultura individualista que este sistema alienta, las nuevas formas de comunicarse que son extremadamente permeables, manejadas por las clases dominantes, son terreno fértil para que surjan propuestas que parecen de cambio profundo, pero que es mas de entregar recursos al gran capital.
Uruguay, por su construcción democrática, con bases en el Batllismo, con una influencia muy importante de los movimientos de izquierda, nos daría para pensar que podemos estar lejos de lo que paso en Argentina, pero cuando las barbas de tu vecino arden ponemos las nuestras en remojo. Milei baso su propuesta en derrocar la casta, desmoronar lo que llama “la clase política corrupta”, algo que también aquí, en otra medida, hemos escuchado: son todos iguales. Los últimos acontecimientos de integrantes de la coalición en el gobierno, abona esa tesis y ya algunos, tomando la experiencia de Argentina, comienzan a elaborar propuestas en ese sentido.
Aprender de la experiencia de la región, permitirá seguir fortaleciendo la democracia, avanzando en su profundización, con más derechos para todos y menos privilegios para algunos.
Téc. Univ. Gustavo Chiriff / PCU – Frente Amplio