El ataque, ocurrido a las 03:15, interrumpió las celebraciones del Año Nuevo en una de las zonas más concurridas de la ciudad.
En la madrugada del miércoles 1 de enero, un hombre condujo una camioneta a toda velocidad contra una multitud en el Barrio Francés de Nueva Orleans, matando al menos a 12 personas e hiriendo a más de 35.
El ataque, ocurrido a las 03:15, interrumpió las celebraciones del Año Nuevo en una de las zonas más concurridas de la ciudad.
Según informó la superintendenta de Policía Anne Kirkpatrick, el atacante disparó contra los agentes desde el vehículo, hiriendo a dos oficiales que se encuentran estables. El sospechoso fue abatido por la policía en el lugar.
El FBI asumió la investigación bajo la hipótesis de un posible acto terrorista. La agencia confirmó la muerte del atacante y señaló que en el lugar se encontró un supuesto artefacto explosivo, cuya viabilidad está siendo evaluada.
El gobernador de Luisiana, Jeff Landry, calificó el ataque como un “horrible acto de violencia”, mientras que el presidente Joe Biden ofreció apoyo a la ciudad tras comunicarse con la alcaldesa de Nueva Orleans, LaToya Cantrell.
Testigos describieron escenas caóticas en Bourbon Street, donde el vehículo irrumpió a gran velocidad tras atravesar una barricada. Según declaraciones recogidas por CBS, el conductor disparó tras descender del vehículo mientras la policía respondía al ataque.
El incidente ocurrió pocos días antes del Sugar Bowl, un importante evento deportivo que reúne multitudes en la ciudad. A pesar de la intensa vigilancia desplegada para el Año Nuevo, incluida la presencia de 300 oficiales adicionales, el ataque no pudo ser prevenido.
El Barrio Francés, conocido por su vida nocturna y su legado musical, se preparaba para una noche llena de eventos festivos cuando ocurrió el atentado. Autoridades locales continúan investigando el móvil del ataque y brindando apoyo a las víctimas.
AFP
