Con participación de 7 delegados del Encuentro Federal Artiguista el sábado 5 de junio se realizó el Plenario Nacional del FA que en su declaración final fue contundente al afirmar que “El gobierno de coalición encabezado por el herrerismo llega a la mitad del período con una EMERGENCIA ECONÓMICA Y DE SEGURIDAD.”
En 1000 días de gobierno los precios de los productos de la canasta básica no cesan de aumentar, se incrementa la pobreza y aparecen expresiones de hambre especialmente en niños que viven en barrios de contexto crítico. Hay más personas viviendo en situación de calle, bajan los salarios y las jubilaciones, se deterioran profundamente las prestaciones del Sistema Nacional Integrado de Salud, siendo su expresión más visible la sistemática falta de medicamentos. Los combustibles no sólo no bajaron como se anunció en campaña electoral, sino que ya tuvieron un 48 % de aumento en dos años, impactando en el consumo de bienes y servicios básicos.
Asistimos a la comprobación de que los problemas de seguridad del país no se resuelven con discursos duros, medidas ineficaces y oportunismo político. Uruguay requiere en este tema un espacio de diálogo que aborde en profundidad las transformaciones sociales que vive nuestro país, con un abordaje multidimensional que permita establecer al mismo tiempo las medidas de corto plazo para mejorar los dispositivos de seguridad y cambios estructurales sociales, económicos y culturales.
La dura situación que vive nuestro país con el aumento permanente de la violencia requiere madurez y responsabilidad y, por eso, es que una vez más nuestra fuerza política se pone al servicio de un espacio de intercambio que permita poner en el centro de nuestros esfuerzos, soluciones a una situación que aqueja a nuestra sociedad. Además, en este momento de emergencia no aparecen respuestas para los problemas de vivienda.
Entendemos que es momento de escuchar el descontento de amplios sectores de la sociedad que viven en carne propia las consecuencias de un modelo neoliberal y excluyente. No puede ser nunca la respuesta del Estado el camino de la represión al disenso.
Los cambios milagrosos que se prometieron en la campaña electoral no se traducen en resultados concretos que mejoren las condiciones de vida de la gente. Por el contrario, la mayoría de las uruguayas y uruguayos viven en peores condiciones, mientras un pequeño grupo de mallas oro acumula 9.000 millones de dólares producto del histórico huracán de cola que viven las materias primas que el país exporta.
Con hambre no se puede pensar ni crecer, es tiempo de construir políticas de Estado que trasciendan los gobiernos de turno.
Fuente: https://encuentro.com.uy