Según informe realizado por el Instituto Nacional de Estadística, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) tuvo un crecimiento en marzo del 1,1%. Si comparamos con marzo del 2021, la inflación mensual del 2022 es superior en un 80 % a la del año pasado. Además, en los tres primeros meses del año la inflación tiene un incremento del 4,42%, mientras que, en los 12 meses cerrados en marzo, la inflación se ubicó en un 9,38%, superando así al 8,34% del registro anterior.
En dicho informe el INE establece que solamente en el mes de marzo, los alimentos y bebidas no alcohólicas se incrementaron el 2,43%, teniendo una incidencia en la inflación de marzo del 0,68 %; donde se constata un aumento importante en legumbres y hortalizas con un 5,90%; leche, huevos y quesos con 4,24%, mientras que la carne subió un 2,32% y los panes y cereales el 1,82%.
En el rubro de Restaurantes y Hoteles, también ser registro una suba de 1,2%, en Bienes y Servicios Diversos el incremento fue del 1,02%, entre otros aumentos por rubro.
Para darnos cuentas del impacto que esto genera, solo para las pasividades mas bajas supone que este aumento en estos primeros tres meses del 4,42 % del costo de vida, ya le absorbió el mísero aumento de 4,44 % que tuvieron a principio de año, que ya con dicho aumento volvieron a perder por segundo año consecutivo poder adquisitivo. Esto sin dudas generará mayores problemas económicos a los trabajadores y pasivos, aumentando aún más la pobreza como se está registrando desde el año 2020.
En el año 2019 el valor de incidencia de la pobreza en hogares se ubicó en el 5,9%, mientras que para las personas fue de 8,8%. Esto significo para ese año que, de cada 1000 hogares, 59 se encontraban por debajo de la línea de pobreza y de cada 1000 personas, 88 se encontraban debajo del valor mínimo para hacer frente a la canasta alimenticia y a servicios básicos.
En el año 2020, año, en el cual se desarrolló la pandemia con un conjunto amplio de restricciones económicas y comerciales, así como concentrando la mayor cantidad de medidas desarrolladas por el gobierno a raíz de ellas; el valor de pobreza alcanzó el 8% para el caso de los hogares y trepó al 11,6% para el caso de las personas (80 de cada 1000 hogares y 116 de cada 1000 personas). El valor concreto implicó un aumento de las personas en situación de pobreza del entorno de 100.000 uruguayos y uruguayas.
El año 2021 cerró con 7,5% de hogares por debajo de la línea de pobreza y un 10,6% de personas en dicha situación; 75 cada 1000 y 106 cada 1000 respectivamente. Los resultados muestran una mejoría con respecto a los valores anuales del año 2020, correspondientes al peor momento de la pandemia, pero por encima de los valores del 2019.
No nos queda dudas que si continúa a este ritmo el aumento de la inflación, generando disminución del salario real y por consiguiente perdida de poder adquisitivo, las perspectivas para este 2022, es de aumento de las familias en situación de pobreza y aumento también de la indigencia, todas consecuencias de la política neoliberal que esta llevando a cabo este gobierno, donde el peso de estas medidas la pagan los trabajadores y pensionistas de menores ingresos.
Téc. Univ. Gustavo Chiriff – PCU/Frente Amplio
