El domingo pasado, algunas horas antes del plazo constitucional, el Poder Ejecutivo presentó al Parlamento su propuesta de presupuesto para el período 2025-2030. Comienza ahora el tratamiento parlamentario donde cada cámara contara con un plazo de 45 días, siendo la de diputados la primera en hacerlo. Al principio serán varias semanas de arduo trabajo en las comisiones de hacienda y presupuesto, integradas para tal fin, luego vendrá la discusión y aprobación en plenaria de la cámara. Pasarán por esta comisión los equipos de los respectivos ministerios e incisos para fundamentar la propuesta, así como también diferentes organizaciones sociales que estarán haciendo llegar sus demandas.
El Frente Amplio (FA), fuerza política en el gobierno, ha iniciado una gira por el país para presentar y defender esta propuesta de presupuesto. En estas instancias participarán dirigentes frenteamplistas, legisladores e integrantes de la gestión de gobierno. Estamos entonces en medio de un riquísimo proceso donde lo político y lo social estarán interactuando. La democracia en pleno funcionamiento.
En la fundamentación del presupuesto presentado se puede leer: “…las políticas contenidas en el presupuesto se encuentran enmarcadas en tres prioridades estratégicas: Acelerar el crecimiento para crear y mantener trabajo de calidad /Fortalecer la matriz de protección social para combatir la pobreza y la desigualdad /Mejorar la seguridad para fortalecer la convivencia de los habitantes del país.
Entre las herramientas a utilizar para poder cumplir con esas prioridades enunciadas aparecen: incentivos a la inversión para generar trabajo de calidad, acuerdos con los trabajadores públicos para mantener salario real en el período, bono de 2500 pesos para los escolares, aumento de las becas a estudiantes secundarios tanto en el número-de 14 mil pasaran a ser 70 mil-como en el monto, comedores en secundaria y UTU, asegurar existencia de medicamentos, acortar tiempos de espera para la atención médica y cirugías, construcción de hospitales, vivienda digna, aumento del 50% en el Bono Crianza, atención a la población en situación de calle, combate al narcotráfico y al crimen organizado, programas comunitarios como “Barrios sin violencia”; adecuación de la estructura tributaria para que las empresas transnacionales hagan sus aportes en el país y para que los que obtienen ganancias en el extranjero también aporten, etc, etc.
¿Y la oposición? En lo que parece un reflejo de aquella expresión, “hay que trancar fuerte al gobierno”, salieron rápidamente a criticar pero sin referirse a los aspectos sustanciales que contiene la propuesta presupuestal. Siguen sin asumir que perdieron las elecciones, que no son mas gobierno.
Nosotros, como parte de la militancia frenteamplista, no dudamos en cuanto a que hay que defender esta propuesta porque implica avances importantes en el combate a la desigualdad y a la pobreza y apunta a mejorar la calidad de vida de los uruguayos y de las uruguayas. Así como decimos esto, también estamos convencidos que, hay que seguir buscando herramientas que permitan obtener potentes fuentes de recursos imprescindibles para combatir la pobreza infantil, aumentar los salarios y por tanto las jubilaciones, para más inversión en educación e investigación que hagan realidad el 6+1, para más inversión en salud, en vivienda, en fin, para correr esos límites de las restricciones que nos dejó el gobierno de derecha.
La propuesta que hizo el PIT-CNT para que el 1% más rico aporte el 1% ya está instalada en nuestra sociedad. El poder, a través de sus representantes políticos y sociales se va a oponer obviamente. El respaldo para que esta propuesta, por demás justa, prospere, habrá que buscarla en la movilización popular.
Y en esto de movilizarse por causas justas, el campo popular uruguayo tiene larga tradición y experiencia.
Daniel Dalmao.

