Salto, otros aporte 4

Salto, otros aporte 4

Por Jean Portugau

En este espacio de difusión al que gentilmente me han invitado, me voy a permitir una licencia para compartir con ustedes mis dudas y algunas de mis cavilaciones.

Como la mayoría de los salteños y uruguayos, mi instrucción fue en la educación pública mayoritariamente. Y mis conocimientos sobre nuestros primeros pobladores o pueblos originarios surgieron con el correr del tiempo, primero con mi viejo, y el intercambio sobre los 500 años de América, y luego por interés y en búsqueda de respuestas en forma autodidacta.

Una pregunta recurrente que me fui haciendo tenía relación con mi propia Genealogía, y a través de lo que pude reconstruir me convencí del mestizaje del que soy producto.

A grandes rasgos mi primer antepasado rastreable de apellido Portugau en estas tierras es de 1847; Pierre POURTUGAU, aparece como legionario voluntario. En setiembre de 1847 formaba parte del 1er Batallón de Volteadores de la Legión Francesa durante la Guerra Grande, lo que significa que a esa fecha estaba en Montevideo (Leogardo Torterolo: La Legión Francesa, pág 11). Toda la documentación que pude rastrear, fue gracias a la inestimable ayuda de la genealogista Managau, me genero muchas preguntas y algunas respuestas. La aparición repetida de la mención hijo/a natural entre mis diversos antepasados, y el continuo movimiento entre Colon, Concordia, Paysandú, Salto y Constitución, de los mismos, me hizo sentir más uruguayo y profundamente litoraleño, convenciéndome del mestizaje antes mencionado.  Con el tiempo esta historia propia, de viajes por diversos parajes, la vi reflejada y repetida en la historia de nuestra nación.

A qué viene esto? Es que los invito a reflexionar sobre algunas cuestiones. Cuántos de ustedes pudieron reconstruir su árbol genealógico, aunque sea de una parte de su familia?  Si lo hicieron, sabrán lo difícil que es y además se habrán dado cuenta de los agujeros que van quedando por el camino. Yo fui siete generaciones solo por el lado de mi abuelo y me perdí entre tantos parientes. Esto me pasó en pleno siglo XXI, pensando en esto es que leo e investigo sobre nuestros primeros pobladores.  Cuál será la tarea de los investigadores arqueólogos, antropólogos y otros, que deben descifrar y reconstruir las posibles historias a través de los vestigios encontrados, cuando nos referimos a miles de años para atrás?

Urna típica Guaraní, con la doble función de preparar una bebida típica y albergar los restos óseos

Por eso cuando busco y leo crónicas de la época, considero ciertas cuestiones; Toda la información que tenemos esta directamente influenciada, primero por la mirada del narrador, su formación y su época histórica, segundo para quien le narra, tercero por la certeza de lo que ve y por ultimo y no menos importante, por el caudal de conocimientos disponibles en esa época, sobre los sucesos narrados. Con la precisa salvedad que el registro de los Jesuitas, hombres preparados para su época, son la principal, por no decir casi la única fuente a la cual recurrir.

Ornitolito, uno de los tantos enigmas encontrados, no es posible precisar ni su origen ni su fecha. Estas piezas se han asociado a los pueblos constructores de «sambaquíes»

La llegada de los europeos a nuestra tierra, y sobre todo los primeros, nos relata a través de sus diferentes crónicas, eso: Una Mirada Europea.

Veamos el  relato que nos aporta Barrios Pintos, de Antonio Pigafetta, acompañante de Magallanes y luego Elcano. En 1520 en lo que hoy es Colonia.

Continuando después nuestro camino, llegamos hasta el grado 34, más un tercio, del Polo Antártico, encontrando allá junto a un rio de agua dulce, a unos hombre que se llaman “caníbales” y comen carne humana, Se acerco a la nave capitana uno de estatura casi como de gigante para garantizar a los otros. Tenía vozarrón de toro. Mientras este permaneció en la nave, los otros recogieron sus enseres y los adentraron más en la tierra, por miedo a nosotros. Viendo lo cual, saltamos un centenar de hombres a tierra en busca de entendernos algo, trabar conversación; por lo menos, retener alguno. Pero huían, huían con tan largos pasos, que ni con todo nuestro corre podíamos alcanzarlos. Hay ene este rio siete islas. En la mayor de ellas encuéntrense piedras preciosas: se llama cabo Santa María

Piedra grabada hallada en Salto. Muestra de arte rupestre, disperso por toda la región norte del país.

Algunas consideraciones, Caníbales? Como sabe esto? Da por sentado que son los mismos que encontró Solís y la historia de la antropofagia.

Por miedo a nosotros. Saltamos un centenar de nosotros en busca de entendernos.

Acá hace una valoración importante de una actitud universal, el miedo y me inclino a concordar, ahora? Qué actitud traían los marinos arriba de la nave? Venían cantando? Estaban silenciosos? No portaban armas? No hay valoración propia, hay descripción del otro.

…trabar conversación; por lo menos, retener alguno. En este caso, si valora su actitud y sin ningún complejo dice “retener alguno”.

Este pequeño relato nos habla de una mirada que presupone superioridad y utiliza sus propios parámetros para interpretar y valorar el comportamiento del otro.

Comprender nuestra prehistoria como la de un vasto territorio que albergo múltiples culturas es indispensable para, empezar a entender nuestros orígenes.  Si la consideración de documentos con doscientos años de anterioridad nos merece algunos reparos, cuanto más nos despiertan al remontarnos en mayor tiempo. Este pequeño rompecabezas de las imágenes de las piezas encontradas intenta ilustrar sobre el gran puzle que representa nuestra historia.

Acompañe este aporte con imágenes del documento Memoria Ancestrales, del Museo de Arte Precolombino e Indígena, MAPI.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *