SIEMPRE IMAGINARIAS

Porque los pájaros nacidos en jaula creen que volar es una enfermedad, de más en más hay pájaros rogando porque los  metan en una jaula.

Alejandro Jodorowsky

Vivir dentro de la jaula no permite tener una perspectiva amplia de lo que se puede llegar a experimentar: conformarse  con lo que ya se tiene, con lo que se cree seguro y no permite explorar otros campos llenos de experiencias nuevas. Esto no es negativo si solo influye a uno mismo y si es por voluntad propia,  el problema llega cuando se cree que el resto se equivocan al volar.

“El ruiseñor se niega a anidar en la jaula, para que la esclavitud no sea el destino de su cría”.

Khalil Gibran

En ese estado de permanecer “encerrado”, no se permite el acceso a la conexión real, autentica, todo transcurre, sucede, en un intercambio vivencial artificial, alejado de la realidad orgánica del ser humano.

El Arte, los hechos artísticos y por consiguiente los creadores de esos universos tienen como objetivo que el intercambio con el participante sea fluido y profundo donde los laxos con su propia vida no queden por fuera de la experiencia “ritual” de la relación Sujeto / Hecho Artistico.-

 

“DIVERSION / DIVERTIRSE”: quiere decir desviar la vista de lo real. Te divierte algo porque te hace pensar en otra cosa…Desviemos la vista de que tenemos un problema, un conflicto y pensemos en otra cosa… DIVERTIRSE es un tema que viene de lo militar, es decir, mando cien tipos por izquierda porque voy a mandar tres mil por la derecha, o sea los “entretengo”, los “divierto”, los ocupo, les desvió la vista de lo real y los ataco por otro lado. Para mí, con esta estrategia vos alejas a la gente de temas verdaderos… no es lo mismo divertirse que estar atrapado, que pasarla bien, que compenetrarse con algo desde un adentro… llevarte algo.

Cuando planteas algo artístico / expresivo, uno invita a algo: a que el otro permanezca atrapado, permanezca VIVO… un lugar donde  realmente te “escuchan”, cuando de alguna manera “comparten” tus cosas, sin estereotipos, sin etiquetas, sin discriminación… ir al ser humano y su sentir…

Más que “DIVERTIRSE”, la experiencia es: COMPARTIR un momento. No los invito a: “te voy a divertir”, los invito a compartir algo que por ahí surge una anécdota y nos matamos de risa  pero por ahí aparece otra y terminamos con lágrimas… y no hay que tenerle miedo a las lágrimas, en ese estado es donde más se activa nuestra CREATIVIDAD. Y por ahí nos vamos todos pensando y pasa como la vida misma: uno se puede ir riendo o llorando o pensando… el arte como un momento de vida AUTENTICO.

Personalmente prefiero que te apasione, que te enternezca, que tengas ganas de contar,  que te cuenten y que te motiven a vivir  cosas. No quiero que se diviertan conmigo…

Vinculando el planteo anterior con el arte y más específicamente con el Teatro, Peter Brook afirma que el teatro es vida. Vida concentrada en un pequeño espacio y durante un corto periodo de tiempo. El teatro permite mirar la vida a través de un microscopio, por eso es tan revelador. La realidad en general se manifiesta diluida y el teatro lo que hace es condensarla para observarla con más detalle.

El teatro corre tras la realidad para reflejarla, dice Peter Brook

Según el Director, El teatro tiene la virtud de mostrar lo que es invisible o hermético en condiciones normales. Cuando ves a alguien por la calle, resulta imposible colarse en el interior de su cerebro. En cambio, en el teatro sí puedes acceder a ese territorio oculto. Conducir al público por el asombroso valle de la mente, a lo largo de un periplo sinuoso, porque todo valle tiene sus colinas y sus vaguadas, sus infiernos y sus paraísos.

Y agrega: busco que  la gente que va a ver mis obras no se encuentre con lugares comunes, sino que vivan una experiencia sorprendente. La vida humana es un compendio de misterios que el teatro ha de revelar. Ésa es una máxima aplicable a todo tipo de teatro, incluido el político, al que hay que exigirle que desenmascare las falacias y corruptelas de nuestros representantes públicos… no evadir la realidad, no DIVERTIRSE sino JUGAR Y hoy, en pleno siglo XXI, se necesita más que nunca.

Creo que tomar cada creación artística como la indagación de un reportero ansioso de evidenciar las verdades ocultas de la realidad… es significado de que  estas realmente  “escuchando” al otro, de lo contrario es una distracción que puede obtenerse fácilmente en otros eventos o lugares que nada tienen que ver con las áreas artísticas (un parque, un shopping, etc) y si se vinculan con el ámbito empresarial.

Brook resalta que “Toda la vida de un hombre depende de esa masa de carne de aspecto tan desagradable encerrada en una caja que llamamos cabeza. Todo está conectado con ese centro nervioso: lo más horrendo, lo más sublime, el gozo por la música, el impulso religioso… Es un prodigio”.

La relación es con su cuerpo como todo, sin simulacros…como representación del ritual perdido, de la posibilidad de la pausa, del detener, escuchar dentro del estado de ocio.

Generar a través del JUEGO  el fenómeno conocido como la “Sympatheia”: el sentir del espectador con el actor y su entorno.

Desbaratar el sentido del tiempo del participante, involucrándolo en la ficción (sin evadir su realidad livianamente), mediante el empleo de  mecanismos de sugestión e induciéndolo a recepcionar las situaciones planteadas en una forma más vivencial.

La intención que la siento más sincera,   es que  el disparador dramático, más allá de lo anecdótico, sea el punto de vista en que el  participante  es  situado   para enfrentarse a la experiencia. El participante  desde su subjetividad se enfrenta a determinados acontecimientos que inevitablemente juzgará, pero que posteriormente al  observar la situación más al detalle, dejará de ser subjetivo por un instante y se convertirá en “ser objetivo”.

Lo anterior sucede aparentemente, en formato de JUEGO,  pues la intención es el engaño de la percepción y la reflexión sobre las posiciones de juicio y morales, generando la duda de “lo real” ya que las lecturas suceden realmente  pero manifestando lo incompleto que puede llegar a ser nuestro punto de vista respecto a lo espacial y fundamentalmente objetual.

Afirmo que para  para que una propuesta artística,  esté viva,  siempre tiene que estar en contacto con la vida. No importa la trama, importa la vivencia.

   JUGAR a que siempre se está diciendo a través del accionar escénico: “esto no es verdad, esto no está pasando”, pero en definitiva esta negación es lo que hace que el hecho teatral  suceda, son dos  fuerzas que se chocan, la realidad y la fantasía.

Creo en el hacer hincapié en los puntos de vista, la subjetividad y la polisemia, es decir,  la pluralidad de significados. Ése es el gran punto: cómo ve uno desde un lado según el accionar humano, cómo ve otro desde otro según los objetos y luego cómo se resignifican las cosas.

El contacto con la VIDA… que el participante  llegue al espacio  en  “estado de familiaridad”, que venga a sentirse cuidado, protegido y sin una predisposición intelectual… una fusión de espacios, un decidido cruce entre historias  personales y representación teatral, donde el encuentro entre los implicados artísticamente no suspende la funcionalidad de las fronteras buscando  oposiciones intermitentes y  frágiles que se instalan y se desinstalan dentro de  un JUEGO sutil.

JUGAR: “ no te puedo hablar de que esto es la realidad; esto es un juego, el tema es que nuestro juego es real”.

Respecto al JUEGO como la como concepto y su diferenciación con la “diversión”: El juego es una característica básica de los comportamientos humanos. El movimiento significado y simbolizado sirve de aprendizaje y visualización de las posibilidades personales y grupales de la persona. La libertad del juego en su construcción y realización (re)inventa la realidad y posibilita la interacción con los demás. Establece diálogos, construye vínculos y asociaciones inéditas.

Aunque el juego no tenga otra finalidad más que el placer, siempre incluye la actividad de la razón y la inteligencia, ordenando los movimientos, organizando las repeticiones o distribuyendo los distintos objetivos o logros. Al interactuar con los otros participantes se crean lenguajes propios, con significados comunes que pueden modificarse en función de las derivas del juego. De la misma manera, el artista crea un diálogo con su obra en el proceso creativo a través de la exploración y el descubrimiento.

Ambos fenómenos, arte y juego, se desarrollan mediante procesos simbólicos que exploran, (re)ordenan y redefinen el mundo. Cuando los niños y niñas manipulan los objetos, están explorando sus características y funciones y con ello construyen estructuras lógicas básicas de relación, conservación, clasificación, seriación. Con eso representan realidades que no se derivan de los objetos mismos pero que surgen en las acciones manipulativas e imaginativas.

En este sentido, las características del juego articulan metáforas para intervenir y transformar la realidad misma. Sucede igual en el proceso creador en el arte, pues la metáfora se expresa a través de la manipulación de los espacios, tiempos y materiales artísticos. El proceso, según mi forma de ver, produce conocimiento, por medio de la comunicación, el diseño en colectivo y la transformación consensuada. Estas acciones y actitudes favorecen un desarrollo del emprendimiento y la autonomía (aprender a aprender) a través del juego de lenguajes, tanto discursivos como simbólicos.

En el juego es imprescindible la participación activa de sus miembros. También en los modelos artísticos actuales se precisa de la participación del espectador para que la obra cobre sentido. El proceso artístico requiere de acción y no sólo de contemplación como en la comprensión artística de la modernidad. La acción y producción artística se centra en la reflexión, la incertidumbre y el juego. De ahí la importancia de la participación. En la relación entre arte contemporáneo y juego infantil las formas de expresión del arte contemporáneo sitúan a la infancia en contextos significativos donde se da transcendencia a los acontecimientos que los niños y niñas realizan y son el escenario idóneo para reconocer sus capacidades de transformación.

Por otra parte, me  parece de suma  importancia el carácter estético del juego, reconociendo la gran diversidad de posibilidades que ofrece en el ámbito educativo. La participación en el juego a través del proceso artístico favorece la comunicación entre todos los participantes, generando una visión más integral, más inclusiva, haciendo común (en un artefacto final) lo que antes era particular (en el proceso creativo).

El juego siempre está rodeado de la experiencia de la fiesta. Produce placer, relación y el gozo de la interacción. La fiesta es comunitaria en esencia, presentación y representación de la comunidad. Es acción simbólica en la medida que evoca a un acontecimiento o grupo .

En el mismo juego de inclusión/exclusión se puede percibir una actividad intencionada: celebramos al congregarnos.

ARTE Y JUEGO: alejados de la DIVERSION, si comparten el tono festivo en el desarrollo de la experiencia. Según Gadamer, la celebración desarrolla unos rituales estéticos que permiten la experiencia artística. Cabe resaltar que la intención artística vincula y produce el encuentro entre participantes evitando su dispersión, y, en este encuentro es en el que se produce la propia fiesta.

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