Por la Dra. Agustina Escanellas
“Si tienes el amor arraigado en ti, ninguna otra cosa sino amor serán tus frutos». San Agustín
Ayer le rendimos homenaje al Dr. Ricardo Scaparoni , mi tío , en la Plaza Flores, la de su querido barrio Cerro. Pero podríamos haberlo hecho en cualquier otro lugar porque fue de todas partes y un poquito de todos en Salto.
Desde que te fuiste, ha sido muy difícil no sentir que nos haces falta, se te extraña como solo se añoran a las personas como tú, generosas, solidarias, amables, siempre dispuesta a ayudar al otro, ese otro que siempre encontró en ti una sonrisa tranquilizadora, amable y una sencillez única.
Vi con admiración como te lloramos no solo los más cercanos sino muchos de tus pacientes, conocidos y compañeros de trabajo que sintieron el dolor de tu partida tan temprana y esa sensación de injusticia de verte ir tan joven cuando aún tenías mucho por vivir. Sé que son los tiempos de Dios pero yo te quería más tiempo con nosotros !
Te fuiste rodeado de amor, ese que generaste siempre en todos lados en el que estuviste y ese que inculcaste a la familia siempre. Porque fuiste un exitoso en la profesión y en todo lo que emprendiste pero tu mayor orgullo y logro fue siempre tu familia.
Si solo fuésemos capaces de ser una cuarta parte de lo noble , si solo fuésemos capaces de brindarnos a lo demás un poco de como lo hiciste tu, si solo pudiéramos tener esa grandeza de espíritu y ese valor profundo de amor a la vida, a la que te aferraste hasta el final con valentía, estaremos cumplidos en haberte honrado como lo mereces.
Me gusta pensar que estás feliz en algún lado mejor, que nos sostenes la mano en las difíciles, que proteges a los más chiquitos y nos abrazas a los más grandes como lo has hecho siempre.
Me gusta pensar que nos volveremos a ver.
Gracias por todo mi tío adorado. Te quiero con el alma.
