Aunque la mayoría de la Mesa Política Nacional del Frente Amplio respaldó la propuesta de un Plebiscito para incorporar a la Constitución de la República algunos criterios tendientes a transparentar el ingreso a la función pública, no alcanzo, porque según el Estatuto del Frente Amplio, para acceder a un planteo de estas características debe alcanzar dos tercios de votos. Marca una oportunidad perdida.
A pesar que “Compromiso por el País”, propuesta con la que la Coalición se presentó en la segunda vuelta respaldando a Lacalle Pou decía “Promover una normativa que, respetando el marco constitucional vigente, establezca el concurso y el mérito en el ingreso y ascenso de personas contratadas por los gobiernos departamentales”, hace pocas semanas, un proyecto de Ley del exsenador Peña que planteaba eliminar las designaciones directas en las Intendencias fracasado por la negativa de todos los Senadores del Partido Nacional. También se habían opuesto a proyectos similares del Frente Amplio.
Para que sea aplicable a las Intendencias debía contar con mayorías especiales y no violar las autonomías departamentales y por tanto ser declarada inconstitucional.
En su momento, Peña argumentaba en favor de la transparencia y en contra del clientelismo y remarcaba que las Intendencias blancas no contrataban colorados e incluso en algunas los perseguían.
Sobre la resolución del Frente Amplio, escuchamos diferentes razones de quienes se opusieron, desde que tuvieron poco tiempo para estudiarlo hasta hablar de una “inflación plebiscitaria”.
El primero llama la atención, porque el tema estuvo en la discusión de la Cámara de Senadores donde la bancada trabajó en mejorar y respaldó en forma unánime, porque las propias Bases Programáticas recientemente aprobadas son muy claras en establecer que “El Frente Amplio se compromete a combatir las prácticas clientelistas como son los ingresos al Estado sin concurso o sorteo y el uso de bienes públicos para pagar lealtades electorales o políticas” y aunque se podría discutir la redacción dada a la propuesta de reforma constitucional, está claro que la propuesta va en la dirección del mandato del Congreso que las aprobó y, también porque es un planteo histórico del Frente Amplio.
Es raro que se hable de “Inflación plebiscitaria” desde un Partido que siempre se jacta de buscar la mayor participación en los temas que importan. Los mismos sectores que acompañan una candidatura que manifestó que firmaba otro plebiscito porque quería que el tema se discutiera públicamente.
Es más, si existía algún riesgo sobre una posible inconstitucionalidad de la vía legislativa por violar la autonomía Departamental, la vía natural era el plebiscito
Perdimos una chance de modificar la realidad, especialmente por las consecuencias que tiene el clientelismo sobre las personas. Unos juegan con la necesidad de otros; quienes se ven beneficiados con un trabajo en el Estado deban mantener una actitud servil frente a quien se los facilitó.
Deben existir igualdad de oportunidades y más transparencia en el acceso al empleo público, las oportunidades deben estar presentes para todos, al decir de Batlle y Ordoñez “…para nosotros y para nuestros adversarios, para nuestros hijos y para los hijos de nuestros adversarios” nadie puede ser excluido.
Lamentablemente no es así. Está pasando en las Intendencias, en el Estado y en los Organismos Internacionales; todos vimos lo de Salto Grande, donde el mensaje de los Diputados fue contundente.
Podrá argumentarse que aunque esté en la Constitución se encontrarían formas de evadirlo o que ya existe normativa al respecto y no se cumple, por ejemplo el decreto 3438/1955 de Salto, el “Estatuto del Funcionario Municipal” de la época del Arq. Barbieri establece que el ingreso del personal debe hacerse por concurso o sorteo. La realidad muchas veces estuvo en otro lugar.
Aunque por suerte la cultura cívica de los uruguayos permitirá diferenciar de qué lado está cada uno; con esta negativa, el sistema político pierde una oportunidad muy importante de mostrar el compromiso en la mejora de la calidad de la institucionalidad democrática republicana.
Hay que generar otra, insistiendo, articulando, convenciendo a otros. Va a demorar más y ya no se podrá hacer en octubre junto a las elecciones, pero trabajemos para que sea en mayo junto a las Departamentales.
La ciudadanía no entendería otra cosa.
Arq. Rogelio Texeira
Director de obras I. de Salto (2005-2010); Delegado uruguayo ante CARU (2015-2020)