La apuesta es por la pluralidad y la tolerancia:
Desde siempre he entendido la acción política como una oportunidad para poder servir a los demás y transformar la realidad que nos rodea pensando en el bien común, especialmente de las personas menos favorecidas por el modelo económico.
Si bien privilegio la acción ante la teoría, mi forma de hacer política está basada en las ideas de que todos merecemos ser tratados como iguales en dignidad y acceso a oportunidades.
Parte de mi labor social la desarrollé en la Iglesia Católica. Fui católico desde niño y hasta el año 2018.
Me bauticé y tomé el sacramento de la confirmación en la Iglesia Católica.
Fui Juez Canónico de Segunda Instancia de la Iglesia Católica durante 5 años.
En el medio, como Diputado, voté la Ley de Matrimonio Igualitario, entre otros proyectos de la Agenda de Derechos que he apoyado como Intendente.
Desde 2018 que convivo con Analía dejé la Iglesia Católica y empecé a participar de la Iglesia Evangélica acompañando su fe. Nos casamos en 2020.
Entiendo las diversas religiones como una oportunidad para trazar puentes de diálogo, de acción social y sobre todo de basar nuestra vida en el respeto a las diferencias que tenemos con los demás. Para mi hay una oportunidad enorme de tirar abajo muros artificiales que nos separan y comenzar a construir más puentes que nos unan.
Pienso, respeto e interpreto la diversidad todos los días y esa es la cultura que tenemos que esforzarnos por cuidar en nuestro país, aplicando esto para todo aquello que creemos que nos divide, pero en realidad nos fortalece. En un mundo de etiquetas, sí soy frenteamplista, soy progresista, soy cristiano y soy evangélico. Aceptemos al otro en su más amplia diversidad.
Andrés Lima