Batalla de Rincón (Por el maestro Ramón Ariel Rosconi)

El 24 de setiembre de 1825, hace 197 años que el Gral Fructuoso Rivera vence a los brasileros en el Rincón de Las Gallinas o Rincón de Haedo. Ese acontecimiento tuvo un antes y un después en nuestra historia.
Recordemos que en 1808 empiezan las luchas por la independencia en toda América. En 1810 Belén ya rechaza la ocupación española en estas tierras.
En 1811 el Grito de Asencio y luego de todos los rincones del país salen orientales, surgen escuadrones rumbo a Las Piedras formando luego el ejército patrio, conocido como los Patricios. Al inicio estos grupos no tenían una formación militar, eran todo coraje y valentía.
Inmediatamente viene la Batalla de Las Piedras, Sitio a Montevideo, la Redota, apogeo artiguista, invasión luso-brasilera, retiro de Artigas al Paraguay. Pero muchos orientales que vivían en Bs As y otras partes, más otros que vivían en la Provincia Oriental empiezan a organizar la Cruzada Libertadora.
Se junta dinero, se organiza en secreto conseguir caballos, formar escuadrones voluntarios, chasques que van y vienen a escondidas de los brasileros.
Llega el desembarco de los 33 Orientales el 19 de Abril de 1825, en la playa de la Agraciada, inmediatamente se une a esta causa Fructuoso Rivera con todo su ejército, el 29 de abril en abrazo del Monzón se une a su compadre Juan Antonio Lavalleja y así en pocos meses, abril-agosto, con varias batallas ganadas por los orientales se llega a organizar con representantes de los pueblos, villas y ciudades la sala de representantes presidida por el presbítero Juan Francisco Larrobla.
Hoy recordamos, festejamos, no olvidemos nunca de rendir homenaje a los gestores de nuestra independencia.
Ese 24 de setiembre, pocos orientales, solo 250, gauchos casi todos, que con coraje y valentía, haciendo la máxima utilización del terreno y de las horas de la noche más las ganas de liberar nuestro suelo del poder extranjero batieron al enemigo. El objetivo principal era quitarle los caballos que los brasileros tenían en esta zona aprovechando las ventajas de los recursos naturales.
No fue con sable en mano y carabina a la espalda, fue con ropa en la cabeza que cruzaron el Río Negro que estaba crecido, saber nadar era una de las condiciones para ser soldado de Rivera. Eso fue en la madrugada del día 23 y permanecieron ocultos en los montes durante todo el día.
Los enemigos ya sabían que Don Frutos los acechaba, no sabían de su astucia, de su inteligencia superior.
A la madrugada del 24, sorprenden a la guardia brasilera que cuidaban los portones, de inmediato juntaron la caballada, pero ya los enemigos venían a su encuentro comandados por los coroneles Mena Barreto y Jardín.
Rivera decide enfrentarlos aunque sabía que ellos eran muchos. Aprovechó el cambio de caballos de los soldados de Jardín y sin titubeos atacó.
Los brasileros se replegaron, allí muere Mena Barreto. Jardín huye con menos de la mitad de su tropa, los orientales los persiguen por 3 leguas,
Los orientales, ganan armas, municiones, carabinas, sables, pistolas, cartuchos.
Rivera se llevó más prisioneros que su propia tropa, mandó a los heridos a Mercedes y sus soldados arrearon hasta el cuartel de Durazno los 8.000 caballos.
Eran esos golpes de picardía que tenía Rivera, que con audacia paso de perdedor a ganador ocasionándole enormes pérdidas al enemigo.
Sin la victoria de Rincón no hubiese sido posible el 12 de octubre en Sarandí, donde los compadres se alzaron con la gloria, no hubiese sido posible el Uruguay libre e independiente que hoy tenemos.
Rivera era implacable con el enemigo en los campos de batalla, luego todo lo contrario, ordenaba curar a los heridos, perdonar la vida a los vencidos.
También demostró su sensibilidad en las cartas que envía a su esposa Bernadina, así como en el cuidado de los hijos de Don José Artigas cuando este se fue al Paraguay, en especial Santiago que tan solo tenía 4 años y luego lo acompañó en el propio abrazo del Monzón y que junto a Garibaldi defendió a Salto en la memorable Batalla de San Antonio.
Recordemos que el Pardo Luna se vendió como esclavo para conseguir algún dinero y ayudar a su querido Gral que no podía hacer frente a las necesidades básicas de la vida, esto es un gesto más de la admiración y amor de la gente hacia Don Frutos.
Quedaron también sus principios e ideales, estos deben ser la guía de jóvenes.
Defendiendo a estos ideales defienden la patria, defienden la libertad, la independencia, la república, la justicia y la democracia.
Libertad, independencia, responsabilidad ética es sinónimo de Partido Colorado y esto fue el Gral que nos lo legó.
Fue tal la gloria de Rivera que los poetas más reconocidos de nuestra patria en sus poemas lo inmortalizan.
Delmira Agustini sobre Rivera expresa” ¡aunque haya alguno que enturbiarle quiera, nunca su brillo amortiguar podrá!”
Salud y Libertad!
Maestro Ramón Ariel Rosconi
24 se setiembre de 2022

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