Cartera de tierras (Por el Arq. Rogelio Texeira)

Cartera de tierras (Por el Arq. Rogelio Texeira)

El mercado del suelo tiene particularidades que lo diferencia de otros, especialmente porque la cantidad del producto es limitada y su demanda creciente. Se hace imprescindible la acción del Estado en la gestión de una cartera de suelo urbano con toda la infraestructura y servicios  para garantizar el derecho al hábitat y a viviendas dignas para toda la población.

Según el INE en el último trimestre de 2023, el ingreso promedio de los hogares del interior fue de $61.430. En Salto ningún terreno cuesta menos de 60 dólares por metro cuadrado, muchas veces sin saneamiento, calles de tierra y carencias en los servicios sociales.

Es muy difícil para muchas familias comprar un predio para construir una vivienda. Parecería una causa inmediata e inevitable del crecimiento de los asentamientos.

Esta realidad reafirma la necesidad de generar desde los Gobiernos Departamentales y especialmente desde las Intendencias una fuerte política de gestión del suelo urbano, que entre otras medidas tenga una cartera de tierras que posibilite el acceso a suelo urbano a quienes de otra forma no podrán hacerlo.

Debe garantizar terrenos aptos para la construcción de viviendas, con área suficiente para la generación de espacio público de calidad como plazas y parques, pero también para los centros educativos, deportivos y culturales, imprescindibles para la construcción de ciudadanía y convivencia y garantizar el derecho a la ciudad.

Es necesario contar con recursos financieros, pero especialmente requiere voluntad política y gestión. Requiere acción permanente desde las instituciones estatales y un marco que regule con transparencia los procesos de adquisición y adjudicación de suelo.

Ya existe legislación que lo permite e incluso lo fomenta y financia. La Ley de Viviendas (N°13718 art 81) crea el Fondo de Vivienda y Urbanización destinado “a la ejecución de la política de vivienda, a la adquisición de tierras, a la realización de servicios de infraestructura urbana y de servicios comunitarios mínimos”; el artículo 67 de la ley de Ordenamiento Territorial y Desarrollo Sostenible (N°18.308) habilita a los Gobiernos Departamentales a constituir una cartera de tierras.

Además genera instrumentos que permiten planificar, o sea pensar antes de hacer y hacerse de suelo urbano. Por ejemplo, los Programas de Actuación Integrado (PAI), que permite que a partir de la articulación pública-privada se urbanicen partes de la ciudad y como contrapartida el Gobierno Departamental obtener suelo urbanizado.

El frustrado PAI 4 Bocas, formulado en 2008 por el equipo de la Oficina de Ordenamiento Territorial de la Intendencia, que coordinaba el arq. Adolfo García da Rosa, proponía un proyecto urbano de crecimiento y densificación de Salto (al sur del arroyo Ceibal entre las avenidas Reyles y Viana) que sin cercenar los derechos e intereses comerciales de los privados fuera pensado en función a las estrategias definidas para la ciudad.

Hubiera dotado a Salto de suelo urbano de calidad en una zona contigua a barrios consolidados y muy cerquita del centro.

Naufragó a lo largo de sucesivos cambios de gobierno, seguramente otras prioridades o intereses lo postergaron hasta el olvido. Por otra parte, vimos cómo se impulsaron proyectos que facilitan la especulación inmobiliaria o proponen barrios exclusivos que no aportan casi nada a la ciudad pero generan márgenes de ganancia extraordinarios para los privados.

El Plan Quinquenal de Vivienda (2015-19) planteaba la Estrategia Nacional de Acceso al Suelo Urbano para establecer de forma ordenada y sistemática mecanismos para coordinar el accionar en la planificación y gestión del uso del suelo urbano. Se elaboró en forma participativa y aprobó en octubre de 2018, un año después presentó sus primeros logros. Hoy duerme en algún cajón.

No logramos como sociedad dar continuidad a las políticas públicas. Cada gestión borra lo anterior y arranca de cero; cree estar fundando algo que ya existe.

Es impostergable cambiar y garantizar el acceso a la vivienda y hábitats dignos y el derecho al uso y disfrute de la ciudad para todas las personas para asegurar condiciones adecuadas de vida y convivencia.

Arq. Rogelio Texeira

Director de obras I. de Salto (2005-2010); Delegado uruguayo ante CARU (2015-2020)

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