El FA y el Interior (Por Daniel Dalmao)

En estos tiempos se habla bastante, en los distintos ámbitos del Frente Amplio (FA) y por parte de diferentes dirigentes, de la “problemática del FA en el Interior”. Por motivos obvios-últimos resultados electorales sobre todo-la atención hacia esta situación es mayor, siendo común encontrar distintas postulaciones y esbozos de propuestas apuntando a como revertir ya no solo el no crecimiento, sino el retroceso de la izquierda en este territorio. Es muy común escuchar o leer afirmaciones del tipo: “perdemos por el retraso en el interior” o, “el caudillismo y el clientelismo político predominan aún”. Por tanto se propone: “Hay que ayudar al interior” o, “los dirigentes tienen que recorrer más el Interior”, etc.  Para nosotros, esta es una muy buena oportunidad para, no quedándonos solo en el análisis coyuntural, profundizar en el estudio de las causas que impiden los avances y que generan esta situación asimétrica entre la zona metropolitana y el resto del país. El esfuerzo por encontrar las causas profundas y no solo las más visibles nos llevará probablemente a bucear en nuestra historia, la del país y como fue su desarrollo así como la de la propia izquierda, sus inicios, donde comenzó a organizarse y como evolucionó hasta nuestros días. También parece necesaria una mirada crítica sobre nuestras prácticas, los lugares comunes, lo que damos por natural y por tanto no sería posible cambiar.

Con el objetivo de aportar a la necesaria reflexión colectiva y muy conscientes de nuestras propias limitaciones, pero convencidos que la búsqueda de caminos que permitan construir una perspectiva cierta de cambios favorables a las grandes mayorías, debe ser la síntesis de las más diversas formas de entender el mundo y nuestro paisito, es que nos atrevemos a  adelantar parte de nuestras propias reflexiones y por donde entendemos deberíamos transitar.

Concebir la democracia como una construcción dinámica, de avances, por tanto no estática, un sistema social que asegura cada vez más derechos para el conjunto de sus integrantes y no solo para algunos privilegiados, implica reconocer que el ejercicio de estos derechos debe ser posible independientemente del lugar del territorio donde toque vivir. Debe ser difícil no estar de acuerdo con este concepto, pero todos sabemos que las posibilidades de desarrollo dependen y mucho de donde se nace y se vive. Por tanto, si el Uruguay necesita un gobierno del FA,  también lo necesita cada uno de los departamentos. Quizás es posible llegar al próximo gobierno aumentando la votación unos pocos puntos porcentuales donde el FA ya es gobierno (Montevideo, Canelones y Salto), pero es muy difícil que esto asegure avanzar en un proceso de acumulación que permita un desarrollo a lo largo y ancho del país. Desarrollo en las condiciones materiales y en las subjetivas de amplias masas.

Por tanto es imprescindible un crecimiento de la izquierda en todo el territorio en la forma más homogénea posible. Para nosotros, trabajar en esa dirección implica cambios profundos en la metodología y en las formas de hacer política en el territorio. Primero nos parece necesario desterrar esa idea de “hay que ayudar al Interior”, esto  contiene una actitud “paternalista”, que subestima las posibilidades de crecimiento político de los cuadros que viven y militan en el Interior. De lo que se trata es de generar las condiciones para que el FA se pueda desarrollar, crecer y avanzar en cada lugar. Para esto se tendrá que estar dispuesto a destinar recursos, animarse a transferir poder (fácil de decir, muy difícil de concretar), ampliar la capacidad de tomar decisiones a nivel local etc.

Imaginémonos un futuro no muy lejano donde ser “dirigente nacional” no tenga como condición necesaria vivir en Montevideo (o en “la vuelta”). Lo que sí es condición necesaria para esto es un cambio cultural en nuestra fuerza política.

Pretendemos que esta sea el inicio de una serie de notas que aborde este aspecto de la política frenteamplista. Estamos convencidos que es necesario avanzar en proponer más el “cómo hacer” para superar nuestras limitaciones. El camino no puede ser el esquemático de enfrentar “Montevideo a Interior”, sino el de integrar una visión de conjunto. El crecimiento del FA más allá de las fronteras metropolitanas no solo es posible sino que es urgentemente necesaria en el horizonte de una Democracia Avanzada.

Daniel Dalmao.

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