Los celestes volvieron a tener una flojísima labor, con muchos puntos bajos, poco destacable y sumando dos puntos de seis en la doble fecha.
Uruguay, en otro partido olvidable, empató sin goles ante Venezuela en Caracas, sellando tan solo dos unidades de seis posibles en la doble fecha de Eliminatoria, pero lo más preocupante es el escaso nivel de juego mostrado por el equipo.
El partido comenzó con los celestes tratando de presionar arriba, recuperar la pelota en zona alta y con ello atacar con velocidad por las bandas, saliendo a tratar de generar opciones ofensivas.
En esos minutos iniciales el fútbol del equipo de Tabárez se volcaba por derecha, donde Giovanni González y Facundo Torres trataban de combinarse con el objetivo de desbordar y asistir hacia el centro.
El primer intento claro de probar al arco estuvo en los pies de Luis Suárez que sobre los 12′ probó de media distancias, pero el golero reaccionó bien para controlar.
A los 17′ se dio un gran susto para Uruguay, luego que un pelotazo largo encontró a Josef Martínez ganando entre Giménez y Godín y con potente remate anotó la apertura. Allí entró el VAR en acción revisando la jugada y entendiendo que hubo una mano del delantero, anulando el tanto y dejando todo incambiado.
El trámite a esa altura era parejo, con los tres de arriba entrando poco en acción y los mediocampistas poco participativos para encontrar espacios que pudieran alentar acciones de peligro.
Un remate de Otero que controló Muslera movió la modorra de un devenir trancado en la mitad de la cancha, donde Vecino no era preciso para habilitar a los de arriba y Valverde casi no aparecía.
Otra buena jugada colectiva de los dirigidos por Peseiro hizo trabajar al golero del Galatasaray a los 33′, cuando Martínez peinó para Savarino que le ganó las espaldas a Giménez y cuando remató, “Josema” con su habitual despliegue físico llegó para molestar.
En la recarga y en una pelota parada lanzada por Suárez al área, el propio zaguero del Atlético ganó para peinar, pero Graterol, atento, llegó para poder repeler.
De allí al cierre nada cambió, justificado empate sin goles, con el equipo celeste en el debe, desconectado y sin chispa para alentar la ilusión de la llegada al gol.
Casi nada
Para el complemento Tabárez apostó a dos cambios colocando a Viña y Nández por “Cabecita” Rodríguez y Vecino, volviendo a apostar a la línea de tres en el fondo y cinco en el medio, adelantando a Torres a delantera.
Esto pareció dar poco resultado, ya que Valverde estaba desconectado del juego y Nández no se caracteriza por su fútbol ofensivo, necesitando mucho más la participación de los carrileros para abrir espacios, algo que no se daba con continuidad.
A los 65′ la pelota estaba en poder de poder de nuestro seleccionado, pero lo cierto es que la carencia de ideas y la poca intervención en acciones individuales de jugadores capacitados para dar algo más, hacían que el tiempo pasara sin méritos para conseguir el gol y tres puntos que eran claves.
El Maestro volvió a mirar al banco y colocó a Nicolás De La Cruz por Torres en un nuevo intento de conseguir soluciones, pero sin arriesgar demasiado, con el tic tac del reloj corriendo rumbo al cierre.
Una pelota quieta que cabeceó Giménez se fue cerca del arco de Graterol, apostando a la vieja receta que siempre aplica la celeste cuando no salen las cosas.
A los 77′ apareció la más clara, De La Cruz, que mejoró en algo la circulación desde zona de volantes, asistió a Matías Viña que se lanzó a velocidad al ataque y cuando quedó solo ante el golero, su remate dio de llenó en la cara del cuidapalos que salvó la caída de su valla. En ese córner, el del Palmeiras de cabeza se lo volvió a perder.
Pasados los 80′ los dos apostaban más a la heroíca que otra cosa y de no mediar una tremenda tapada de Muslera ante un cabezazo de Ferraresi, la cosa pudo ser peor.
El pitazo de Daronco cerró el discreto partido en Caracas que terminó sin goles y con dos puntos de seis posibles en la doble fecha, complicando el futuro.
