Giuseppe Garibaldi y los 175 años de la Batalla de San Antonio

El pasado 8 de este mes se cumplió un año más de la Batalla de San Antonio. Un día antes, un grupo de dirigentes colorados de Salto se reunió al pie del Monumento a Garibaldi para brindar un homenaje. Uno de los oradores fue el Mtro. Ramón Rosconi, ex edil, quien pronunció estas palabras:

Nos reunimos hoy para rendir homenaje a Giuseppe Garibaldi y en especial por celebrarse mañana 8 de febrero los 175 años de la Batalla de San Antonio. Como todo acontecimiento histórico la geografía es parte importante de ella.

El héroe de dos mundos como se lo ha denominado a nuestro homenajeado y una opinión personal  a la que agrego “héroe de 4 mundos” porque su influencia política y militar quedó marcada en Asia, Estocolmo, África en Túnez además de Europa y América toda de norte a sur, nació en Niza, actualmente ciudad francesa pero que en 1807 pertenecía al reino de Piamonte.

Desde niño fue inteligente, terco, visionario, le gustaba romper las reglas y peleador por los más débiles. Con solo 20 años salió al mundo donde fue dejando sus huellas basadas en sus virtudes. Tuvo como amigos de batallas militares e ideológicas a Mazzini, Cavvour, Cúneo, Víctor Manuel entre otros.  Siempre estuvo ligado a querellas y revueltas defendiendo entre otros sus ideales: “La Libertad y La República”.

Al ser condenado a muerte tuvo que venirse a América. Llegó a Río Grande en Brasil en 1835. Allí luchó contra el imperio de Brasil en la revolución riograndense liderada por Bento Goncálvez. En 1841 pasa a Uruguay radicándose en Montevideo, ciudad sitiada, en pleno periodo de la Guerra Grande. Ahí da clases de matemáticas y se integra a la logia masónica. Poco después se integra al ejército colorado de Fructuoso Rivera. En 1842 su accionar militar empieza con una batalla naval en el Paraná, él apenas salva su vida. Vuelve a Montevideo y forma la célebre “Legión italiana” o bravos y temidos camisas rojas, poniéndose a las órdenes del Gobierno de la Defensa.

El tema central de hoy es homenajear  y recordar el hecho histórico de la Batalla de San Antonio. Previo al 8 de febrero de 1846, Garibaldi y su ejército reconquista la ciudad de Salto que estaba ocupada por las fuerzas de Manuel Lavalleja y cerca del arroyo Itapebí es el combate  sin mucha resistencia por los adversarios, apoderándose de armamento, municiones, caballos, cañones y algunas familias. Garibaldi ocupa la ciudad y es atacado varias veces desde el 6 al 26 de diciembre por el ejército de Lavalleja y Urquiza que se había unido.

En enero de 1846 en puntas del arroyo Ceibal, hoy dentro de la ciudad hubo un pequeño combate. Garibaldi tuvo en esos combates como integrante de su ejército al Coronel Santiago Artigas, sí, Santiago Artigas, el hijo de nuestro prócer y Melchora Cuenca, que fue de los primeros en llegar con algunos de sus hombres, luego de la ocupación de Salto y como siempre dispuesto a combatir y a morir por la defensa nacional.

El ejército de Lavalleja sitiador recibe refuerzos de los ejércitos de Leandro Gómez y del propio Urquiza. Garibaldi considera oportuno hacer la batalla fuera de la ciudad. Fue un 8 de febrero de 1846. ¿Dónde fue? Aún con certeza no se sabe. Algunos  historiadores e investigadores opinan que fue allá, otros más allá, también otros que fue en la zona del actual Parque Solari. Fue el combate de San Antonio sin mucha trascendencia político-militar, pero la impericia y arrogancia del Gral. Leandro Gómez proporcionó a G. Garibaldi la ocasión de lucirse en ese hecho ya que con pocos soldados derrotó al enemigo, siendo este triunfo uno de los más gloriosos de su carrera militar. Muchos de sus legionarios se quedaron a vivir en Salto, eso lo demuestran las construcciones con el estilo italiano y ahí empezó a integrarse a nuestra cultura, a nuestras costumbres,  la italiana. Lo importante es que la ciudad permaneció libre del enemigo. Como anecdótico queda la expulsión de Anacleto Medina Gral. en Jefe del Ejército Nacional por parte de Garibaldi, mostrando aquí su temperamento y valentía.

Garibaldi dejó su huella en el mundo y también en nuestro departamento, muchos de sus compañeros se quedaron a vivir en estas tierras. Quedaron también sus principios e ideales, estos deben ser la guía de Uds., jóvenes. Defendiendo a estos ideales defienden la patria, defienden la libertad, la independencia, la  república, la justicia y la democracia.

Garibaldi vivió apasionadamente sus ideales por eso lo del principio para mí debería denominarse “héroe de 4 mundos”. Cuando vivió en EEUU Abraham Lincoln lo quería al frente del ejército federal. En Perú ayudo a formar ejércitos y bomberos. Participó en las lucha por la liberación de Croacia, Grecia, Hungría pero no pudo lograrlo. En Nicaragua y Panamá dejó marcada su presencia militar. No me voy a extender de las luchas por la independencia de su Italia donde militar y políticamente es la figura central.

Rubén Darío lo llamó “prodigioso mosquetero de la libertad y aventurero de la gloria. Giuseppe Garibaldi es una de esas personalidades VIVAS, aún continúa en la polémica entre sus partidarios y detractores.

Sus restos mortales reposan en Caprera, bajo una piedra, como él no quiso. Hubiese preferido la libertad de los vientos con los cuales hubiese recorrido anchos cielos sin límites. Para muchos Garibaldi es la esencia del pueblo italiano y de los seres libres del mundo.

La humanidad fue su patria.

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