La sociedad uruguaya, se debate en estos días por la continuidad o el cambio. La opción de Yamandú y Carolina, claramente representan la opción de cambio. El cambio no es refundación, no es aniquilar lo hecho por otros partidos. Es darle a la conducción política del Gobierno, un mayor compromiso social y productivo; para que las grandes mayorías puedan ser beneficiadas por el progreso, que no debe limitarse únicamente a los llamados “Malla Oro”.
Y esa tarea, de acuerdo con el resultado del último domingo de octubre, tiene que ser de todos. No es suficiente que sea de una mayoría ajustada, es necesario que ensanche la base de su representación. Por ello, Yamandú y Carolina, están llevando adelante, más que una campaña electoral; una verdadera campaña hacia el diálogo nacional. Un nuevo encuentro con los colectivos organizados, con Industriales, Productores, Trabajadores, Cooperativistas. Porque sirve el acuerdo entre Partidos, pero no es suficiente, éstos deben acordar con la sociedad. Porque la vida nacional, es más que la política partidaria. Y no solo éstos representan los intereses de la comunidad. Y eso es fundamental, a la hora de perfilar y demostrar cual será la capacidad de diálogo y acuerdo del futuro gobierno.
Es ahora, que se juega ese partido. Y lo que están haciendo Yamandú y Carolina es muy alentador en ese sentido. Se despliega a lo largo del territorio una enorme cantidad de encuentros ciudadanos y con organizaciones e instituciones. Y además, se recibe fraternal y respetuosamente a quienes habiendo votado otras opciones en Octubre, vienen a sumarse al cambio con éste proyecto progresista, que encarna la fórmula más votada. Y es muy positivo, que se refleje esa imagen.
Por más que se intente opacar la digna actitud de los muchos que vienen a apoyar éste proyecto, mediante despidos, descalificaciones, solicitudes de expulsión, entre otros agravios. Y eso, es lo que justamente debemos evitar. Si un funcionario o jerarca manifiesta su apoyo a Orsi, no debe ser despedido. Si una dirigente partidaria se adhiere a la fórmula ganadora, no debe ser objetos de agravios o amenaza de expulsión.
¿Cómo harán para lograr el diálogo quienes tienen éstas prácticas? ¿Cómo buscarán los acuerdos, si no tienen la más mínima tolerancia para con quienes buscan el cambio necesario? No vamos a ingresar en los agravios y las alusiones, como lo han hecho los personeros de la Coalición Repúblicana. Que insisten con avivar “cucos” de medio siglo atrás, como si la sociedad ya no hubiera asumido la mentira que contienen esas calificaciones.
Lo que si conviene, es recordar algunos antecedentes, algunas conductas que signaron a los gobiernos anteriores. Lejos de expulsar a nadie, lejos de dejar sin trabajo a quien se manifieste por el cambio, el Frente Amplio recogió en varias oportunidades a personas ajenas a su Partido, para consultarle asuntos estratégicos y fundamentales. Así el Dr. Leonardo Costa (Batllista histórico) opinó sobre la Reforma Tributaria en 2007 y al Cr. Zaidensztat a quien Atchugarry puso al frente de la DGI luego de la debacle de 2002 se lo mantuvo en el cargo. La actual Ministra Arbeleche fue funcionaria con la confianza de Astori a cargo de una importante función pública, el Prof. Héctor Gros Espiel (ex Canciller del Partido Nacional) fue defensor de Uruguay en el juicio por la planta de Botnia en la Haya y Embajador en Francia. Es decir, para las cuestiones nacionales de importancia, nunca se miró el color político. Y el Frente demostró que pudo convocar a ciudadanos mucho más allá de sus límites partidarios. Y esa actitud, es la que exhibimos de cara a la elección. La conducta demostrada en la apertura, y no en la discriminación. La conducta de buscar a los más idóneos y competentes, no solo a nuestros correligionarios. Porque un Gobierno que impidió que la oposición integrara las Delegaciones de Uruguay en Salto Grande y la CARU para hacer lo que quisieran, no es un buen ejemplo para lo que viene. El Frente, sin embargo nunca privó a la oposición a ejercer el contralor.
Pero además, para articular acuerdos es necesario construir un Gobierno de cercanías, que es mucho más que el Presidente sacándose selfies en distintos lugares, el Frente lo concibió y lo desarrollo con los Consejos de Ministros sesionando en el interior o sea gobernando desde los territorios, en actividades donde se hacía presente toda la plana mayor del Gobierno para tomar contacto con la realidad, escuchar a las personas y organizaciones de la zona y dar respuesta a los planteos.
En estas actitudes, nos jugamos la calidad de nuestra democracia, nos jugamos la tolerancia, y la oportunidad de sacar todos juntos, hombro con hombro el país adelante.
El 24, hagámoslo entre todos. Votemos a Yamandú y a Carolina.