Diputado Felipe Carballo
La fecha límite llegó y el 8 de Julio, La Comisión Pro Referéndum de la LUC entrego en la Corte Electoral casi 800.000 firmas. Seguramente el organismo de contralor, luego de hacer la verificación correspondiente, concluirá que las voluntades han sido suficientes y habilitará el mencionado referéndum. La dedicación y trabajo militante, una vez más, dio sus frutos y todos quienes así lo desearon, pudieron informarse y firmar, haciendo uso de su derecho ciudadano. Una vez más la democracia se consolida en la historia y en el sentir del pueblo uruguayo a través de cada huella estampada en la papeleta..
Pero, ¿qué más hay detrás de cada una de esas firmas? Hay muchos mensajes.
En primer lugar, una de las posturas más firmes y a la cual adherimos, es la convicción de que la LUC en su totalidad , es una ley regresiva, inconstitucional, perjudicial para los trabajadores y que refleja el pensamiento de derecha en su máxima expresión. Esta ley, junto con el Presupuesto Nacional han sido las llaves fundamentales, para llevar a cabo el programa de Gobierno y sus políticas neoliberales. Acotar libertades, brindar más garantías al aparato represivo y menos garantías a los ciudadanos, retroceder en derechos laborales, minimizar la presencia del estado, debilitar a las empresas públicas, desregular los controles al sistema financiero, son en definitiva los ejes centrales de esta Ley.
Frente a estos propósitos una gran cantidad de uruguayos y uruguayas se manifestó en contra y firmó.
La utilización de leyes de urgente consideración, que involucran tantos temas diferentes, sin el tiempo necesario de discusión, no parece ser una forma convincente de gobernar, o al menos así lo sienten miles de uruguayos , y por eso firmaron. Es evidente que a la ciudadanía le preocupa la toma de decisiones inconsultas y considera necesaria la voz de las organizaciones sociales y del Frente Amplio, que a pesar de no ser gobierno, sigue siendo la fuerza política mayoritaria en nuestro país.
Las firmas alcanzadas, son además, la confirmación de que el Gobierno se equivoca en el momento en que introduce la LUC. No estaba previsto durante la campaña electoral y mucho menos el 1° de marzo, que nuestro país y el mundo se enfrentarían a la crisis provocada por la pandemia del COVID 19. Esa enfermedad cambió la realidad social y económica. Sin embargo, el gobierno de la coalición siguió adelante con su plan original. Dónde están amparadas en la LUC las necesidades de los miles de trabajadores en seguro de paro? Dónde se ven reflejadas las inquietudes de todos aquellos trabajadores que han visto resentida su actividad como los cuentapropistas, artistas, pequeños emprendedores y tantos otros que debido a la pandemia han recibido un golpe fuertísimo a sus economías? Evidentemente las prioridades debieron ser otras.
Pero, por encima de todas las cosas, el pueblo uruguayo demostró, (alcanzando la mayor cantidad de firmas para un referéndum, en la historia de nuestra democracia), su conciencia cívica y ciudadana y el valor incondicional que le da al sistema republicano y a la democracia.
El pueblo uruguayo quiere participar en la toma de decisiones, en la discusión, en el debate ideológico, sin importar la agenda que el gobierno de turno quiera imponer y se levantará con su voz, con su firma o con su voto, todas las veces que sea necesario.