La LUC y los efectos de las 800.000 firmas (Por el Prof. Daniel Dalmao)

La LUC y los efectos de las 800.000 firmas (Por el Prof. Daniel Dalmao)

La hazaña que significó obtener 800.000 firmas superando las dificultades producto de la pandemia, el poco tiempo disponible y los obstáculos interpuestos por el gobierno, tuvo un impacto espectacular en la realidad política y social de nuestro país.
El primero y más obvio es que obligó a convocar a un Referéndum sobre 135 artículos de la ley en cuestión, instancia esta que se realizará el próximo 27 de marzo. Ese día cada una de las ciudadanas y ciudadanos se convertirá en legislador, ya que su voto incide directamente sobre dichos artículos de la LUC. Por eso tiene enorme importancia que la información y el debate político sean de calidad, permitiendo a ese “legislador” tomar una decisión lo más consciente posible.
Pero también las 800.000 firmas están produciendo “efectos secundarios”, que no por ser secundarios dejan de tener importancia. Uno de ellos es la postergación de los aumentos en los precios de los combustibles. En la LUC original venía la desmonopolización de ANCAP (objetivo este largamente anhelado por el herrerismo, sobre todo desde que se asumieron claramente neoliberales). Pero las diferencias internas de la coalición no permitieron que este objetivo se mantuviera, por lo menos no tan directamente. Apareció entonces el mecanismo conocido como “paridad de precio de importación”. La propaganda oficial lo presentó como un “ejercicio teórico” que determinaría “objetivamente” el precio de los combustibles y que este sería igual al que pagaríamos si importáramos directamente el combustible. La realidad tan porfiada mostró otra cosa: Aumentos todos los meses (hoy pagamos más del 40% por encima de cuando este gobierno asumió). El descontento popular fue enorme y se hizo sentir. El gobierno tomó nota y mirando al 27 de marzo, no tuvo empacho en actuar demagógicamente y “congeló” el famoso PPI. Se olvidó, momentáneamente, de lo “objetivo” que era y recurrió a la política. Por ahora los precios de los combustibles no están aumentando, pero todos sabemos que si en marzo gana el NO, volverán las subas mensuales. Y muy probablemente se terminen los subsidios al gas doméstico y también subirá sustancialmente su precio. Otra consecuencia en este sentido, si se mantiene la LUC, será que el precio de la nafta podrá ser distinto según el lugar del país, a mayor distancia de la planta de ANCAP, mayor precio.
Otro “efecto secundario” es la postergación de la reforma de la Seguridad Social. La LUC determinó la formación de una “Comisión de expertos”. Esta en sus informes recomienda lo de siempre: más años de trabajo para jubilarse y menos porcentaje a cobrar. Así de crudo. Del mensaje que le dé el pueblo al gobierno en marzo, dependerá en buena medida el futuro de esta reforma.
Con la “portabilidad numérica” el efecto fue en sentido contrario. Decidieron acelerarlo, intentado tener un argumento por la vía de los hechos para mantener la ley. Aquí está muy claro que este instrumento está pensado exclusivamente para favorecer a las grandes empresas telefónicas internacionales (Claro y Movistar) perjudicando a la empresa pública ANTEL, y por tanto de todos los uruguayos, hipotecando así su futuro.
Este ejercicio de “Democracia directa”, posible-valga la redundancia-gracias a esa hazaña de las 800.000 firmas, nos pone en nuestras manos la decisión sobre aspectos fundamentales de nuestra vida. Hoy vimos algunos, que tienen que ver sobre la defensa de nuestras empresas públicas. Como en tantas otras instancias, no dudamos que nuevamente estaremos como pueblo, marcando un hito histórico votando SI con la papeleta rosada.
Daniel Dalmao.

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