Las Redes Sociales como proceso de producción capitalista (Por el Téc. Univ. Gustavo Chiriff / 1001- Frente Amplio)

El lunes 4 de octubre, los servicios de Facebook y por consiguiente WhatsApp, quedaron inactivos por espacio de más de seis horas e hizo que más de 3.500 millones de usuarios de todo el mundo no pudieran ingresar a sus cuentas personales. Ese día se incrementaron las llamadas y los correos electrónicos, Telegram se vio desbordado, recurrimos a las alternativas más a mano con las que contábamos para continuar en comunicación por distintos motivos; descubrimos, por unas horas, que un mundo sin redes es posible. Google, Amazon, Facebook, Apple y Microsoft en su desarrollo monopólico han intentado por todos los medios la construcción de un sistema hiper dependiente, estas caídas, que muestran sus límites y los coloca en evidencia, los pone realmente nerviosos.

En su invención, Internet no iba a ser un terreno dominado por unas pocas multinacionales. A sus principios fundamentales, como descentralización y resiliencia, los transformo el capitalismo de vigilancia. El padre de la web, Tim Berners-Lee, no reconoce el producto en el que hoy se ha convertido su invento: “La web a la que muchos se conectaban hace años no es lo que los nuevos usuarios encontrarán hoy”.

El Internet se ha convertido en un importante sistema técnico-social que forma y es formado por la vida en el capitalismo contemporáneo. El actual modelo económico precisa que se complete el proceso de producción a su totalidad para sostenerse. Esta necesidad implica mantener a la población consumiendo e Internet es parte de este proceso; ya que solo a través del consumo se logra completar el proceso de producción y pueda percibir, el capitalista, la plusvalía que el trabajador crea. Esto último es la esencia u objetivo permanente del modelo capitalista. La supuesta “gratuidad” del acceso a redes sociales no es tal porque a cambio nos bombardean con anuncios comerciales, que van a la caza de posibles consumidores o monetizan nuestros datos, teniendo el control absoluto sobre los usuarios, porque la infraestructura es suya y las reglas también

Toda la tecnología que incorporan las redes sociales desde sus algoritmos, pasando por sus protocolos, default e interface están presentes para que los modelos de negocios de las corporaciones propietarias de plataformas virtuales sean más eficientes. En esa dirección, estos nuevos desarrollos tecnológicos están al servicio, principalmente, de la expansión del proceso de producción capitalista, más que a la sociabilidad online de sus usuarios.

En definitiva, el capital ha logrado convertir a las redes sociales en un instrumento que acelera la acumulación de las ganancias (plusvalías). El haber logrado que los usuarios puedan comunicarse, informase y entretenerse, crea una dependencia difícil de escapar, ya que gran parte de las actividades que se desarrollan hoy en nuestra sociedad, se han volcado sobre estas plataformas virtuales, ocasionando una presión social sobre las personas para que no puedan abandonarlas o sencillamente regresen -lo más pronto posible- en caso de haberlo hecho. En teoría marxista, son fases de expansión del capitalismo.

El apagón de las redes, del lunes 4 de octubre, dejo en evidencia la dependencia de la sociedad de estas formas de comunicación

 

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