Comenzamos el año 2025 del calendario gregoriano, empezando a transitar el segundo cuarto del siglo XXI. Para los chinos en este año que comienza el 4.722 de su calendario, siendo el año de la serpiente según su horóscopo, para los hebreos entraríamos en el 5786 y para los musulmanes entraríamos en el año 1448.
Cada uno tiene su forma particular de recibir el año y dependiendo de los lugares, también hay costumbres específicas de despedir el año viejo y comenzar un año nuevo. Por estos lados fuimos cambiando, porque nuestras sociedades cambiaron y con ellas trajeron nuevos modos de celebración, donde prácticamente se perdió el de salir después de las doce a visitar a cada vecino del barrio para desearle un feliz año y ya de paso picotear y tomar algo, se perdió atar a un alambre una esponja de aluminio, prenderla fuego y darle varias vueltas para que soltara chispas, los gurises tiran menos cohetes, ahora son mas fuegos artificiales. Ahora nos vestimos de blanco para recibir el año y comemos uvas a las doce. Vamos cambiando, algunos van a hoteles o complejos de alojamientos a recibir el año, para otros lo mejor es hacerlo en un lugar paradisiaco, lejos de la cotidianeidad.
El contar los años, que viene desde el fondo de la historia, no es mas que establecer criterios cronológicos, que nos marcan nacimientos, muertes, que nos van indicando nuestros años y son referencia para cuando queremos destacar algún acontecimiento.
¿Qué cambio desde las 11:59 de este martes 31 a las 00:01 del miércoles 1°? Para millones de personas nada trascendental para su vida, solo un número. Porque el día después es igual al día anterior, hay que salirle a pelearle a la vida, que es el empleo: para quienes lo tienen mantenerlo y para aquellos que están desocupados, encontrarlo. Pero también es resolver su techo, donde vivir, un lugar donde su familia pueda desarrollarse dignamente, es la salud, sobre todo acceder a la misma en igualdad de condiciones, también para muchísimos, el salir a pelearle a la vida es poder llevar todos los días, como se pueda, un plato de comida a la mesa. Es también mandar los gurises a estudiar y tener los medios para que puedan hacerlo, que va desde una túnica hasta los útiles escolares, desde el uniforme al transporte para llegar a la institución, de la accesibilidad a la información y al de poder contar con aulas y materiales acordes a la educación a recibir.
Para que los cambios se produzcan y logremos superar estas contradicciones, es necesario definir rumbos claros en políticas sociales, la mayoría del pueblo uruguayo decidió en las elecciones pasada ir por el camino de un gobierno de izquierda, que tiene como centro de preocupación estas cuestiones. En mayo, los salteños y salteñas podremos decidir si, también en este departamento, tomamos ese rumbo, profundizando en un gobierno de izquierda, más solidario, más participativo y más eficiente.
Téc. Univ. Gustavo Chiriff / FRENTE AMPLIO