Se confeccionaron 200 trampas de luz que permiten atrapar insectos transmisores de la enfermedad
Ante la necesidad de fortalecer los sistemas de vigilancia en torno a la leishmaniasis, la Organización Panamericana de la Salud en Uruguay (OPS/OMS) brindó cooperación técnica y donó los implementos para la confección de trampas de luz REDILA, herramientas para aportar información sobre la presencia de vectores de transmisión de dicha enfermedad. Las trampas de luz permiten atrapar insectos y, por ende, estudiar la presencia de Lutzomyia longipalpis, vectores de la leishmaniasis.
La leishmaniasis visceral se encuentra en expansión en América del Sur y es la forma más grave de leishmaniasis. En Uruguay los primeros casos se notificaron en caninos en 2015 en Salto y al año siguiente en Bella Unión (Artigas). A fines de 2018 se confirmó el primer caso autóctono en un humano y se llevan un total de siete registrados, con un fallecimiento, todos en la ciudad de Salto.
Las autoridades detectaron la necesidad de fortalecer la vigilancia, por este motivo, la Unidad de Zoonosis y Vectores del Ministerio de Salud Pública solicitó a la OPS/OMS la cooperación técnica para la confección de 200 trampas de luz tipo REDILA. La capacitación se brindó a la Cooperativa Social Naranjita, conformada por jóvenes salteños, que llevaron adelante la construcción de esas herramientas.
Para Gabriela Willat, directora de Zoonosis y Vectores del Ministerio de Salud Pública, el resultado obtenido por la cooperativa a partir de las capacitaciones es motivo de orgullo y permitirá “un salto cualitativo en el conocimiento sobre la situación vectorial de Lutzomyia longipalpis en el país”.
La Cooperativa Social Naranjita de Salto entregó las 200 trampas en tiempo y forma. Parte de ellas están siendo utilizadas en la ciudad de Rivera y, según las autoridades, presentan excelentes resultados.
Antecedentes:
En las Américas, las leishmaniasis son un grupo de zoonosis parasitarias que destacan por su magnitud, amplia distribución geográfica y morbimortalidad, afectando principalmente a las personas más pobres y con menor acceso a los servicios de salud.
La Leishmaniasis visceral, que está en expansión hacia el sur en el continente americano, es la forma más grave de las leishmaniasis, pudiendo ser fatal en 90% de los casos no diagnosticados oportunamente y tratados adecuadamente. Es endémica en 13 países de las Américas, con un promedio de 3.500 casos por año, aunque el 96% de los casos son reportados por Brasil.