Esta semana el Plenario Departamental del Frente Amplio definió los tres candidatos a la Intendencia con los que se presentará en las elecciones departamentales de mayo del año que viene. Se resolvió rápido y buena forma, lo que demuestra que más allá de todo había acuerdo político previo.
Aunque son elecciones diferentes, el resultado del balotaje en Salto deja al Frente Amplio con muy buenas chances de ganar las elecciones departamentales. Incidirán los candidatos a Intendente, sus características, sus trayectorias, talentos y virtudes, pero también las propuestas que realicen, trabajando en unidad, como lo ha sabido hacer históricamente la fuerza política.
La unidad de acción concordada en la diversidad de miradas en el muy largo plazo, que permite trazar y definir las acciones y el cómo hacerlo para transformar la realidad. Esos acuerdos se deberán ver reflejados en las acciones y en la síntesis del programa de gobierno. Un programa de gobierno que deberá constituirse en una guía para la acción desde el gobierno, pero que también es un acuerdo político que la fuerza política hace con la ciudadanía y consigo mismo.
Necesitamos un gobierno departamental orientado a solucionar los problemas de Salto y su gente. Un gobierno que atienda las temáticas tradicionales de las Intendencias, el llamado ABC (alumbrado, barrido y calles), pero que también colabore en la construcción del desarrollo integral, que permita mejorar las condiciones de vida de las personas.
El aumento de la pobreza infantil, de la desocupación y la informalidad en el trabajo, de la deserción del sistema educativo, del narcotráfico y de las adicciones, de la gente en situación de calle, las dificultades para el acceso a la vivienda digna, sumados al aumento exponencial de la violencia y de la inseguridad, son atan solo algunos de los desafíos que deberán estar en la agenda social que deberá llevar adelante un gobierno departamental frenteamplista y progresista.
Un gobierno que deberá estar centrado en la generación de crecimiento económico y que deberá bregar por políticas específicas para nuestra región, que atiendan el enclave geográfico distante del puerto y de los centros de decisión de poder, su condición de doble frontera y sus condiciones culturales, especialmente aquellas vinculadas a la capacidad de trabajar y producir de los salteños.
Muchas de ellas dependerán del gobierno nacional, para lo que desde la Intendencia se deberá proponer alternativas y generar una buena articulación interinstitucional entre los diferentes niveles e instituciones del Estado. El Frente Amplio deberá plantearse llevar adelante un gobierno que sea proactivo y estar atentos a las oportunidades que se generen.
Salto deberá dejar de ser la tierra de promesas que ha sido recientemente y pasar a ser la tierra de concreciones para su gente, para lo cual será necesario diseñar, planificar, financiar y ejecutar políticas públicas que hagan que los grandes anuncios de estos últimos años se concreten en realidades, asumiendo el firme compromiso para que ello tenga lugar. Que aquellas grandes promesas no cumplidas de pleno empleo y con inversiones en puertos, barcos, trenes, aviones, industrias, comercio internacional, viviendas, queden como una anécdota del pasado.
Esa unidad necesaria únicamente será posible si la construimos detrás del objetivo fundamental, que es el de mejorar la calidad de vida de todas las personas. Un Salto donde “los más infelices sean los más privilegiados”, donde existan oportunidades para todos. El Plenario Departamental dio una buena señal resolviendo en unidad.
Desde seregnistas-Salto, reafirmamos nuestro compromiso de ocuparnos de los problemas de los salteños, de aportar a un gobierno, que al decir de Tabaré Vázquez “tenga los pies en la tierra y la mirada en la utopía”, en la utopía de una sociedad justa y sin excluidos que marque el camino, y también reafirmamos el compromiso de constituirnos en garantes del programa de gobierno, que, como lo hemos hecho siempre estaremos atentos a que el mismo se cumpla y no admitiremos desviaciones.
Que un Salto donde vivir con dignidad sea el horizonte.