Las contradicciones se agudizan (Por el Téc. Univ. Gustavo Chiriff / PCU-Frente Amplio)

Se viene agudizando en estos últimos meses las diferencias del campo popular con las medidas que quiere llevar a cabo este gobierno multicolor.

Un gobierno nacional, encabezado por el presidente Lacalle Pou, que trae las viejas recetas de la década del 90, cuando a través de medidas de recorte fiscal y achique del estado, típicas fórmulas de una economía neoliberal que ha fracasado, perjudica a los que menos tienen, aumentando las brechas entre los más pobres y los más ricos, donde en estos tres últimos años, con crecimiento de la economía, se registra un aumento de la pobreza en 3 puntos respecto al 2019 y para menores de 6 años paso de 16,4 % en el 2019, al 22,5 % en este 2022.

Teniendo en referencia el 2019, hoy hay 21.000 empleos menos en el servicio doméstico y 10.000 en alojamiento y entretenimiento. A esto se le suma una caída del salario real de 4 puntos en este periodo, con un aumento inflacionario que repercute directamente en el bolsillo de los trabajadores, con una clara pérdida de poder adquisitivo.

Las contradicciones se agudizan también en la propuesta del gobierno sobre la Seguridad Social, la cual no es una reforma, se trata de una modificación incompleta y regresiva del sistema previsional, que descarga todo el peso de sus costos exclusivamente sobre las espaldas de las trabajadoras y los trabajadores, y reduce el margen de libertad de las personas para decidir de acuerdo con sus necesidades y urgencias. Con esta reforma, el objetivo es reducir el déficit fiscal, donde las personas van a tener que trabajar más tiempo y jubilarse con menos ingresos, únicos ajustes que se hacen frente a este déficit y que no van para el pelotón de los malla de oro.

Por otro lado, la reforma educativa que se impulsa desde el gobierno, sin participación de sus principales actores, como docentes y estudiantes, es una reforma que carece de legitimidad, no se sustentan en nada, no hay resguardos académicos ni cuerpo docente que lo acompañe.

Este modelo de Educación que quieren imponer, las viejas recetas de las competencias, donde  ya no son importantes los conocimientos técnicos o especializados, pasan a importar las actitudes, las competencias emocionales y cognitivas que le permitan afrontar situaciones críticas sin rebelarse, esto no es más ni menos que rebajar los contenidos de la educación y reprimir el interés histórico de los docentes y estudiantes en poner énfasis en los problemas reales que vivimos y a los cuales debemos cambiar. Nuevamente se impone el modelo económico de eficiencia en los resultados educativos.

La ofensiva del capital contra los derechos de los trabajadores se profundiza y las contradicciones se agudizan.

Téc. Univ. Gustavo Chiriff / PCU-Frente Amplio

 

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