En tiempos de altos índices de casos de depresión y ansiedad, así como de suicidios, es importante tener presente algunas cuestiones vinculadas a Salto, referidas a la salud mental.
El Dr. Bartolomé Cabrera, Coordinador del Equipo de Salud Mental de ASSE, explicó que “en muchas personas que consultan por cualquier otro síntoma, muchas veces aparece una depresión detrás”.
En Salto existe lo que se conoce (por ley) como “Patronato del Psicópata”, ubicado en calle Viera 179, donde se nuclea casi la totalidad de los servicios públicos de salud mental.
“El Patronato surge de una ley de hace muchos años, la promulgación fue en 1948. Es una ley que lo crea con la finalidad de atender y proteger al enfermo mental en toda su asistencia, hospitalaria o extra hospitalaria durante su convalecencia, con todos los derechos que tiene que tener cualquier persona en cuanto a la habitación, la alimentación, apoyo a la familia”, dijo el médico, y agregó que al mismo tiempo se creó una comisión honoraria, integrada por representantes de varias instituciones. “Esto llegó al interior del país en 1994 o 1995, fue un gran avance en la salud mental, se crearon los centros de salud mental”, subrayó.
El nombre Patronato del Psicópata “no nos gusta, nunca nos gustó”, recalcó Cabrera, aunque destacó que “se ha evolucionado mucho”, y aunque queda el nombre, “ahora lo que está tallando fuerte es la Ley de Salud Mental. Incluso nosotros queremos terminar con lo que son asilos, colonias, todo eso que se asocia al hacinamiento”, aseveró.
Junto a las comisione honorarias y centros de salud mental, se forman los equipos de salud mental, y además un taller de rehabilitación atendido por ese mismo equipo interdisciplinario, que además de médicos psiquiatras (3 de adultos y 1 de niños) incluye psicólogos, asistentes sociales, enfermeros y docentes. Respecto al nombre que hoy lleva el centro, “El Amparo”, señaló Cabrera que “surgió como para eliminar un poco esa costumbre de decir patronato. El nombre fue creado por los mismos usuarios, que se sentían amparados”.
El principal objetivo con que se trabaja es “que el paciente se inserte en la sociedad con los mismos derechos que cualquier otra persona”, dijo, para finalmente dejar en claro que si bien la demanda siempre es importante, “por suerte no nos hemos sentido desbordados”, aunque reconoce que en el último año “la depresión se agudizó un poco más, hay mucha gente sin trabajo y ese tipo de problemas que sabemos todos, también los trastornos de ansiedad generalizada, pánico, etc. “.
