Héctor Esteves (Por el Arq. Rogelio Texeira)

Al conmemorar sus 25 años, los compañeros de la Alianza Progresista, resolvieron homenajear a Don Héctor Esteves y que mejor forma que inaugurando una biblioteca que lleva su nombre.

Don Héctor fue un comerciante que se hizo desde abajo. Terminó el liceo y a los 16 años empezó a trabajar “llevando los libros” en la farmacia Migliaro y El Revoltijo, de mañana en uno y por la tarde en el otro.

Como tenía un espíritu emprendedor, al cabo de algunos años abrió su propio almacén, desde donde comenzó a recorrer el interior, logrando organizar la Distribuidora Salto, que llegaba con mercadería a todo el departamento, en momentos en que los caminos eran bastante peores que ahora.

También tuvo una actividad pública reconocida. Era un hombre estudioso, interesado en la información política, que apostaba a la construcción de un mejor Uruguay para todos los uruguayos. En ese sentido quiero destacar su compromiso con la democracia, con los jóvenes y con un país progresista.

Su compromiso con la democracia quedó de manifiesto en forma muy clara con su activa militancia durante la dictadura cívico-militar, a la que enfrentó en todos los ámbitos que pudo, aun a riesgo de ser conducido a Jefatura, como le pasó en varias oportunidades, sea militando por el NO al proyecto de Constitución que proponían o ayunando por la libertad de Wilson Ferreira al lado de la Intendencia intervenida, o pegando un portazo al irse de Rotary porque muchos de sus integrantes respaldaban el gobierno de facto.

Sostenía que a la democracia hay que cuidarla y eso implica comprometerse con los asuntos públicos y atender la agenda política y eso se hace todos los días y con seriedad, porque la política es una cosa seria.

Fue un fuerte defensor de la importancia de brindar oportunidades de formación para los jóvenes de Salto y por eso impulsó la creación de Rotarac, pero especialmente fue uno de los primeros impulsores de la descentralización universitaria, respaldando los cursos de la Universidad en el norte e integrando diferentes comisiones de apoyo.

Para don Héctor, que los jóvenes pudieran estudiar, formarse y tener la esperanza de un porvenir mejor, era un derecho que había que garantizar a todos y para eso había que cambiar la realidad y generar oportunidades. Y por eso se incorpora a la militancia política, desde siempre, llegando a ser uno de los más importantes referentes del wilsonismo en Salto, de diálogo directo con Fernando Oliú, principal operador político de Wilson Ferreira en Uruguay durante su exilio. Una amistad de larga data que se había consolidado en el convencimiento que el contenido programático de “Nuestro Compromiso con Usted”, el programa de gobierno con que Ferreira en 1971 sintetizaba su propuesta, era la oportunidad progresista para Uruguay.

Esa forma de ver la política y el país hizo que desde la primera hora manifestara su contrariedad con el gobierno de Lacalle Herrera, tanto por su línea neoliberal contraria al programa único del año 1989, como por las sucesivas implicancias de los integrantes del gobierno, tal como lo denunciara oportunamente el Senador Zumarán.

Es así que junto a otros compañeros, conforman en Salto la agrupación Wilson Ferreira del Polo Progresista dentro del Partido Nacional, desde donde entre otras instancias, militó en defensa de las Empresas Públicas en aquel recordado referéndum que derrotó contundentemente la propuesta privatizadora.

Junto al resto de su agrupación jugó un rol muy importante en la conformación del Encuentro Progresista, al que por unanimidad resolvieron incorporarse, siendo Esteves uno de los pocos firmantes del acta fundacional en el acto realizado en el Palacio Legislativo. Encuentro Progresista que significó el mayor proceso de acumulación política de las fuerzas progresistas y de izquierda de nuestro país y que se sintetizaba en el Tabaré-Nin.

Es así que Héctor Esteves abandona su viejo partido, pero mantiene en alto su pensamiento wilsonista y su condición de blanco saravista.

Cuando falleció ya estaba retirado de la actividad pública, porque creía y practicaba que había que dar espacio a los más jóvenes, pero mantenía la avidez por seguir la información.

Quienes conocimos a Don Héctor Esteves tenemos el compromiso de mantener viva su memoria y el deber de transitar por el camino de los principios y valores que nos legó.

Arq. Rogelio Texeira

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