“Les dije que no tenía nada que ver con las apuestas. No conozco ningún apostador”, declaró el uruguayo en el marco de la investigación.
El actual volante uruguayo del Cortiba, Jesús Trindade, se declaró inocente ante el Ministerio Público de Goiás tras presentar declaración en el marco de la investigación denominada operación Máxima Pena, relativa a apuestas deportivas y amaño de partidos.
El uruguayo, mencionado en varios documentos relativos al caso, expresó ante la Justicia: “Soy inocente, no tengo idea [por qué se cita su nombre], me enteré por las noticias que mencionaban allí. Les dije que no tenía nada que ver con las apuestas. No conozco ningún apostador”
El ex Racing y Peñarol, cuyo contrato con el club brasileño (está cedido por Pachuca) está suspendido desde el 12 de mayo, y solicitó la rescisión para irse de este.
Medios locales informaron que el uruguayo está bajo la lupa por su accionar en el partido del 16 de octubre pasado, en el que su club, Coritiba, perdió 1-0 visitando al Athletico Paranaense. Hay sospechas respecto a una tarjeta amarilla que pudo haber sido buscada.
“Soy un futbolista que juega en el mediocampo. En el fútbol uruguayo juegas de manera aguerrida, hay mucha pelea, más en los clásicos. Estoy acostumbrado a jugar los clásicos entre Peñarol y Nacional, que tienen mucha batalla y faltas. Mi juego es así”, declaró al medio norteño GloboEsporte.
En cuanto a las capturas de pantalla que lo vinculan con el jugador Thonny Anderson, quien también fue mencionado en el esquema de la investigación como un posible reclutador, Trindade negó haber hablado con su excompañero sobre apuestas.
“Era mi compañero, teníamos una buena relación, pero nada más. Nunca me habló de ese tema [las apuestas]. Era una relación normal”, aseveró.
La última vez que el volante defensivo ingresó al campo del Albiverde fue el 26 de abril, ante el Sport, en la eliminación del equipo en la Copa do Brasil.
Operación Pena Máxima
El apartamiento de varios futbolistas de sus clubes en el fútbol norteño se enmarca en la operación Pena Máxima, lanzada en noviembre pasado por la fiscalía de Goiás contra una “organización criminal” que manipula partidos para ganar cuantiosas sumas en sitios de apuestas en línea.
A los atletas se les ofrecía entre 10.000 y 20.000 dólares por ser amonestados o expulsados, forzar cierto número de tiros de esquina, provocar penales o garantizar marcadores.
Las pesquisas iniciales se centraron en juegos de la Segunda División, pero rápidamente condujeron a los torneos estatales y al Brasileirão, y no se descarta que incluya a certámenes fuera de Brasil.
En su más reciente avance contra esa estructura criminal, el Ministerio Público denunció ante la Justicia a 16 personas, entre futbolistas, intermediarios y apostadores.
Los fiscales los señalan de haber manipulado 13 partidos de distintas categorías y competiciones, incluidos ocho del Brasileirão de 2022.
Las adulteraciones en el fútbol brasileño no son nuevas, aunque el gigante latinoamericano ha endurecido las sanciones y aumentado las inversiones para monitorear las apuestas en los últimos años.
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